domingo, 28 de diciembre de 2014

Discriminación poítico-económica y las ideicas de Podemos. El Estado insaciable

Aquí tenemos un curioso sistema impositivo en donde los ricos prácticamente no pagan y a las clases medias se las cruje sin piedad. Incluso, a esos paganos se les roba a mansalva al pretender incluso discriminares por su renta cuando han cumplimentado su aportación a los demás a través del IRPF; a partir de ese momento TODOS LOS CIUDADANOS SON IGUALES a la hora del acceso  a los servicios públicos y servicios en general; esta igualdad incluye a sus hijos.
Aquí ponemos un impuesto sobre la electricidad, puede ser discutible, pero lo que parece adacabrante es que a este impuesto se le aplique el IVA.
Otro de los grandes robos al ciudadano por parte de Hacienda es el que se produce en los planes de pensiones [ya lo expusimos anteriormente], sobre todo desde 2006 en que a Zapatiestos se le ocurrió no hacer ninguna minusvaloración sobre las cantidades aportadas desde esa fecha. Es el fenómeno en que se tributa de forma doble por el capital que ya ha tributado y por los intereses de ese capital acumulado; es un verdadero saqueo, sobre todo si lo retiras todo de golpe en donde Hacienda se puede quedar con EL OCHENTA POR CIENTO de los intereses generados.
Pretenden argumentar la coartada de que te has beneficiado del descuento en el IRPF y que esto justificaría que te esquilmen, ocultando que te han obligado a tener el dinero apalancado durante años. El PP había propuesto en 2011una reforma de la tribulación, pero parece que desde que gobierna tiene amnesia y continúa con las tácticas de saqueo de los anteriores.

Ver el artículo de Carlos Rodríguez Braun:
Podemos discriminar
Libre Mercado 2014-12-28

El pensamiento intervencionista predominante es asimétrico a propósito de la discriminación. Así, se supone que es algo que está muy mal: nadie ha de discriminar. El resultado, paradójicamente, es que quien puede y debe discriminar es el poder, en cuyo caso la discriminación es algo que está muy bien.
Una característica típica de la discriminación política es que, como parte de la base de que el poder político y legislativo no está limitado por los derechos de los ciudadanos, su propia discriminación lógicamente tampoco tiene límites.
Leí en El Economista una entrevista con Alberto Montero, profesor de Economía de la Universidad de Málaga, uno de los expertos que, según afirmaba el diario, trata de "hacer aterrizar" el programa de Podemos. Y lo que se le ha ocurrido para aterrizar es una propuesta eminentemente práctica, lógica y además justa: imponer distintas facturas de la luz en función del nivel de renta. ¿Cómo no se nos había ocurrido antes?
En realidad, en este campo como en tantos otros, Podemos es igualito que "la casta", que ya había establecido tarifas "sociales" de la luz y otras medidas discriminadoras en función de la renta. El propio Barbie, cuando crujió a los ciudadanos con más impuestos, se ocupó de justificarlo alegando que había subido más los impuestos a los asquerosos ricos que los demás. ¡A él nadie le gana a ser "social"! Y su Gobierno una y otra vez da pruebas de "sensibilidad" castigando a los ciudadanos según sus ingresos o riqueza, por ejemplo en el caso de las viviendas.
Lo del señor Montero, por tanto, es una nueva demostración de que Podemos no es original en su aversión a la libertad y los derechos de los ciudadanos. Por aquello de ayudar, les recomendaría que no se quedaran en ningún caso donde están sino que siguieran adelante: ¿o es acaso justo que el alimento, la bebida, el vestido y el automóvil le cuesten lo mismo a Amancio Ortega que a los millones de ciudadanos mucho más pobres que él?

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