sábado, 17 de enero de 2015

Los generales de Rajoy, entre la logia Lautaro y el Salón Kitty. La tenida de la desvergüenza en una discoteca de Barcelona


Hace días que se han perdido los papeles sobre lo que es el Parlamento y lo que representa. Muchos de los acuerdos de nuestros parlamentos son de procedencia extra parlamentaria y al parlamento se va a hacer el paripé legal de votar los acuerdos.
Mira que no hay locales públicos y privados para poder hacer una reunión discreta y aseada en sus aspectos estéticos y éticos en la Gran Barcelona sin ir a una discoteca.
Allí había gentes de todos los pelajes el consejero de la Generalidad Felip Puig, hermano de dos imputados por blanqueo de capitales y a su vez colega de los hijos mayores de Pujol; el teniente general Ricardo Álvarez Espejo, Inspector Jefe del Ejército y máximo responsable de la región militar en la que se encuadra Cataluña, el general de la Guardia Civil Ángel Gozalo y el fiscal jefe de Cataluña, además de empresarios de la cuerda nacionalista como Salvador Alemany, presidente de Abertis y exvicepresidente del Barça, o Juan Lanaspa Gatnau, que ejerció de anfitrión.
Estaba tambien el fiscal Romero de Tejada, Juan Echevarría, [expresidente de Nissan,exsuegro de Joan Laporta ], Francesc Granell (asesor de Alicia Sánchez-Camacho)
También estaban Carina Mejías, exdiputada del PP y portavoz adjunta de Ciutadans; el líder del PSC, Miquel Iceta, un representante del PP, Enric Millo (exdirigente de Unió en Gerona),  Joan Castells, presidente de FIATC y el director de Schneider Electric, Julio Rodríguez, entre otros.
Los ciudadanos tenemos derechoa una explciación de lo allí tratado y Ciudadanos nos la debe l menos a los que tenemos cierta confianza en ellos.

Ver el artículo de F. Jimenez Losantos: Los generales de Rajoy, entre la logia Lautaro y el Salón Kitty
Ni siquiera en el 23F existe un caso de tan desvergonzada colusión político-militar como el protagonizado por dos generales -Álvarez-Espejo; del Ejército; Gozalo, de la Guardia Civil- que, para mejor identificación con los funcionarios del Estado dispuestos a traicionar sus más sagrados juramentos y rendirse ante el separatismo catalán, iban acompañados por el Fiscal Superior de Cataluña, Romero de Tejada, fervoroso partidario de la impunidad legal de Artur Mas tras el referéndum separatista ilegal del 9 de Noviembre, hasta el extremo de engañar primero y enfrentarse después con el entonces Fiscal Superior del Estado, Torres Dulce.
El general Ricardo Álvarez-Espejo lo ha sido todo hasta hoy en el Ejército de Tierra, desde máximo responsable en Afganistán, hasta General Inspector y responsable máximo de la región militar catalana. El síndrome de Estocolmo o el de estrés postraumático que suele aquejar a militares y civiles que afrontan misiones de alto riesgo no le afectó en la lucha contra los talibanes afganos, pero sí al establecer contacto con los separatistas catalanes ("ya casi puedo seguir una conversación en catalán", declaró en La Vanguardia, tras pocos meses de "inmersión") entre cuyos "talibanes" ocupa un lugar destacadísimo Felip Puig, ex-consejero de Justicia de la Generalidad, y sin duda merece figurar Sergi Loughney, socio de Jordi Pujol Ferrusola y jefe de protocolo de su padre, el convicto Pujol Soley.
Un caso de alta traición
Fue éste, quien, de acuerdo con Puig, cerró para los generales y el fiscal el Pub Kitty, de su propiedad, convertido en una mezcla de logia masónica y club de alterne al que fueron invitados diversos representantes políticos, no se sabe si para espiar o ser espiados, para recibir o para dar órdenes, pero en todo caso para hablar con dos generales y un fiscal que representan la Ley y el Ejército sobre la independencia de Cataluña, es decir, sobre la destrucción del orden constitucional y la eventual traición de unos funcionarios del máximo nivel a la nación que un día juraron servir. [Continuar leyendo]


Imagen de Libertad Digital

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