De como el caso 1 del Ebola en España reconoce que mintió en relacion a su médico de cabecera. El intento de aprovechamiento de una serie de errores por su consorte y una patulea de desvergonzados

 

Aquí hemos razonado y demostrado el error de traer el caso cero a España y a un hospital dudosamente equipado para atender a este tipo de enfermos. Si por cuestiones legales tenemos que repatriarlos han de sentarse unas bases adecuadas para una asistencia a este tipo de enfermos. En este tipo de asistencia ha de haber cuarentenas para enfermos y para la gente que los asiste.
En uno de nuestros post: Ebola: Del caso cero al caso 1: "Nunca debimos traer un Caso 0 a España"; solo nos queda rezar para que la Spanish Chapuza no tenga mas consecuencias; exponíamos la necesidad de construir infraestructuras equivalentes a las de los lazaretos del pasado. Decíamos también: Pasar durante años de la nada protectora a meter un enfermo terminal de ébola en un hospital sin nivel de protección 4 en una capital de cinco millones de habitantes y sin medidas de cuarentena con aquellos que han estado en contacto con un enfermo terminal y menos que una auxiliar de clínica se vaya de vacaciones a ls pocos días de asistir a un enfermo de ébola.
Aquí nunca culpamos a la enferma, sino a un planteamiento asistencial erróneo en donde ella fue víctima. Concluíamos:
"Llegados hasta aquí cabe coleguir  varias cuestiones:

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• Los protocolos utilizados, nos negamos a ponerles calificativos ya que el libre albedrío de Teresa tras haber prestado servicios parece totalmente inexplicable ya que en todas los lugares del mundo existe una cuarentena básica para los trabajadores.
• Finalmente, sobre Teresa no cabe ninguna culpa; es una victima de la CHAPUZA hispánica en la conducción de la asistencia a los médicos misioneros.

Que se restablezca pronto la víctima de tanto imbécil".

Dicho lo anterior, estamos legitimados, para decir que la conducta de Teresa, y especialmente su marido,  no ha sido correcta con las personas que puso en riesgo -involuntariamente- y que tuvieron que sufrir la cuarentena y además ello las peluqueras terriblemente perjudicadas en su negocio. El montaje del marido y los animalistas con el perro Escalibur ha sido de traca ya que algunos de esas gentes ignoran que en el semen del perro puede albergarse el virus meses después de curarse la infección, igual que en el hombre.
Hay que celebrar el acuerdo de conciliación con éxito de Teresa y la Dra de cabecera y la firmeza de la abogada de dicha doctora; de nuevo el niñato pretendiendo suplantar a Teresa cuando en el acuerdo era claro que a quien correspondía hablar era a Teresa, pero había que montar el numerete protagonista.