Los últimos años de su vida, los pasó en su casa de Cervás, en la comarca de Ferrolterra, luchando por hacer oír la voz de los vecinos afectados por la ubicación de una controvertida planta regasificadora en la ría de Ferrol (REGANOSA) y lo hizo desde la presidencia de honor de una plataforma vecinal.
Decía nuestro militar comprometido en la defensa de lso ciudadanos y del ejercito:
- Si yo no actuase del modo que lo estoy haciendo me haría cómplice de
la sucia maniobra de una empresa apoyada por una política que si no es
corrupta dígame qué adjetivo puede calificarlo.
Nosotros repostemos el artículo posteado en 2002.
GRAVE PELIGRO EN LA RIA DE EL FERROL
(Este es nuestro llamamiento de socorro para la difusión del escrito del Sr. Gabeiras)
Fotografía Ayuntamiento de El Ferrol
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Muros de silencio
José GABEIRAS
La Razón 14 de enero de 2002
Desde hace más de un año se cierne sobre la comarca de Ferrol y las instalaciones de su Base Naval una grave amenaza. Se trato de la pretensión de la empresa Regasificadora del Noroeste, S.A., conocida como Reganosa, y de la Xunta de Galicia, que participo en el 10 por ciento de su capital, de instalar una planta de regasificación de gas natural licuado (GNL) en el lugar llamado Punto Promontoiro, en el interior de la angosta Ría de Ferrol, a 1.200 metros de los Arsenales y a 1.600 del centro urbano de Ferrol.
Sobre este proyecto existen muros de silencio informativo y administrativo que mantienen a la población de la comarca totalmente desinformada.
Este verano, recién llegado a mi tierra, hablé de este asunto con infinidad de amigos y conocidos; todos sin excepción opuestos a lo que pretende Reganosa, pero resignados a lo peor ante el apoyo de la Xunta.
A mediados de junio, cierta prensa de Galicia publicó manifestaciones de un gerifalte, no sé si de la Xunta o de la empresa, que decía que Reganosa se instalará en Punto Promontoiro «pese a quien pese». Aquella frase me sublevó de tal forma, que cogí el teléfono y le pedí audiencia al alcalde de Ferrol. En una conversación de una hora le expuse, en algún momento indignado, mis razones en contra de tal proyecto y mi preocupación ante la falta de opinión de políticos, intelectuales y sobre todo de los alcaldes de la Ría.
Don Xaime Bello, alcalde de Ferrol, me escuchó con paciencia suma y, a continuación, me explicó todo lo que habían hecho e intentado, describiéndome en detalle el silencio informativo y administrativo con el que tropezaban.
Como muestra del silencio informativo basta con decir que celebradas dos ruedas de prensa en el Ayuntamiento ferrolano, en la primera sólo la televisión local dio una pequeña cita de lo tratado.
En la segunda, después de pedir a los profesionales que se identificaran, me dirigí al representante de la televisión local, pidiéndole, por favor, que, en mi nombre, hiciera la siguiente pregunta a los Presidentes de la Xunta de Galicia, Endesa y Fenosa, todos ellos, con el empresario Tojeiro, partícipes en Reganosa; ¿por qué no quieren instalar en Caneliñas, en el exterior de la Ría la planta de regasificación?, ya que, si solamente les interesa el gas que Ferrol y Galicia necesitan para su desarrollo, lo tendrían igualmente desde Caneliñas sin amenazar la seguridad de la población de la comarca y a la Base Naval más importante de España. De esta simple pregunta rogaba contestación.
Esta es la fecha en que no recibí contestación, pero sí obtuve acuse de recibo cuando, terminada la rueda de prensa, regresé a mi casa. No llevaba en ella diez minutos cuando recibí la llamada telefónica de don Jaime Pita, conselleiro de la Presidencia de la Xunta de Galicia, quien, a modo de introito, puso por delante los lazos familiares que nos unen, como primo carnal del que fue marido de una de mis hermanas.
Terminado el saludo preliminar, se permitió preguntarme ¬dando prueba de «suma delicadeza»¬ de «si yo era consciente del terreno que pisaba y a quién estaba haciendo frente». Ante tal intemperancia le dejé seguir hablando durante varios minutos, extendiéndose sobre si «sabia qué clase de gente me rodeaba, gente de ideas radicales que siempre se opuso a todo lo que significaba progreso», etcétera.
Cuando terminó, sin hacerle ver su desconsideración hacia mi persona sobre todo al pueblo de Ferrolterra, le dije que a mis 85 años sabía el terreno que pisaba tan bien como el que había pisado el año 1981. Que, para mí, tal gente, que él desprecia, representa al 65 por ciento de una población de más de 180.000 habitantes y que me bastaba con que opinasen en esta materia igual que yo.
Continué diciéndole que mi opinión sobre la improcedencia de la ubicación de la planta de regasificación era derivada de mis conocimientos como artillero, de mis estudios de físico-química en la Universidad de Santiago y de cierta experiencia en problemas de Defensa Nacional. Naturalmente no le dije que él seguramente estaba pez en todo esto.
Terminada mi exposición le repetí la pregunta formulada a la televisión local a la que sigo esperando respuesta.
Pero todavía hay un silencio que me preocupa más y es el de las autoridades de Defensa, que fueron informadas el 5 de mayo de este año aparte de mi conversación con el Ajema durante más de una hora.
Como demostración del camino insidioso seguido en este asunto, al que el Ministerio de Defensa debe oponerse so pena de hacer dejación de sus deberes más básicos, basta con recordar que por Orden 3238 de 2 de febrero de 2000, es decir de hace poco más de un año, se modificaba y publicaba en el BOE el Plan de Utilización de los Espacios Portuarios de la Pica de Ferrol aprobado en 1996, a instancia de una empresa propiedad del Sr. Tojeiro que alegó la necesidad de disponer de más superficie portuario en Punto Promontoiro para la explotación de sus negocios madereros y solicitó la afectación de nuevos espacios de dominio público a usos portuarios con la intención de que le fuesen posteriormente concedidos. Este nuevo Plan se justifica con extensión en el BOE de 18 de febrero de 2000, y cuenta con informe favorable de Defensa.
Sin embargo, en todo la exposición nada se dice de que su destino vaya a ser la instalación de una planta de regasificación de GNL, sino sólo las necesidades crecientes de Forestal del Atlántico, S.A. la empresa que el Sr. Tojeiro tiene ya instalado en Punta Promontoiro.
Ahora, al cao de poco más de un año, se pone en evidencia que Defensa fue sorprendida por un informe falso, ya que Forestal del Atlántico, S.A. no necesitaba el nuevo Plan de Utilización para sí, sino que ya tenían previsto que en las nuevas superficies de dominio público solicitados se instalase Reganosa y la Planta de regasificación.
La instalación de Reganosa en Punto Promontoiro no cumple ni podrá cumplir ni una sola de los normas europeas y españolas vigentes en materia de seguridad. Los depósitos de combustible ya instalados por Forestal del Atlántico, S.A., colindando con los terrenos en los que está previsto instalar la planta de regasificación, son de por sí más que suficientes para que allí no se instale Reganosa por la suma peligrosidad que presenta el efecto dominó que podría provocarse en caso de accidente.
Pero, ateniéndome al silencio que más me duele, citaré solamente la Ley 8/1975 y el Reglamento de 10 de febrero de 1978, que definen y clasifican por orden e importancia las Zonas y Puertos de Interés para la Defensa nacional, fijan sus zonas de seguridad próxima y lejano, prohiben todo clase de instalaciones dentro de las zonas de seguridad próxima y hacen responsable de la vigilancia y cumplimiento de todo ello a las autoridades de las zonas marítimas.
La zona de seguridad lejana del Arsenal de Ferrol abarca todo la Ría; la próxima, la zona comprendida en el radio de una milla contado desde el borde del Arsenal.
Punto Promontoiro está a 1.200 metros del Arsenal; queda solapada, pues, por 600 metros por la zona próxima de seguridad.
¿Cómo puede Defensa continuar en silencio?
Para neutralizar las instalaciones que completan la Base Naval sería necesario, por su extensión, un ataque masivo y prolongado como el que los japoneses hicieron sobre Pearl Harbor. La instalación de Reganosa en Punto Promontoiro convertiría este objetivo en puntual y bastaría un solo impacto de un misil sobre la pretendida planta para neutralizar la Base Naval.
Ya sé que, gracias a Dios, en nuestros días es muy improbable una acción bélica como la citada, pero no debemos olvidar la existencia de un terrorismo, respaldado por mucho dinero que puede preparar comandos capaces de destruir un objetivo como la Planta de que hablamos.
Por si esto fuera poco, existe el riesgo de la entrada de más de 40 grandes metaneros de 150.000 m3 de capacidad de GNL, por el estrecho canal de la Ría de Ferrol, que entre boyas mide 150 metros de ancho y sólo pueden entrar en la Ría en la pleamar diurna, con lo que, aparte del riesgo de accidentes, muy frecuentes en la entrada y en la Ría de Ferrol, una vez dentro de ella, estarían encerrados en una ratonera, ya que en caso de peligro no podrían zarpar y abandonar la Ría hasta la siguiente marea diurna, en contra de la inmediata «rotura de amarras y salida al exterior» que es lo ordenado. De esto tampoco parece darse cuenta la Autoridad Portuaria.
Y, a todas estas, ¿por qué clamo de este modo?, pueden preguntarse. El Reglamento de 1978 se redactó en la Secretaría General de Política de Defensa cuando yo estaba al frente de ella y como tal era secretario de la Junta de Defensa Nacional. Era subsecretario el hoy almirante general en la reserva Liberal Lucini y vicepresidente primero para Asuntos de Defensa el difunto capitán general Gutiérrez Mellado (q.e.p.d). La Real Orden de 1981 se dictó cuando el almirante Arévalo, ya fallecido y yo, formábamos parte de la JUJEM.
Si yo no actuase del modo que lo estoy haciendo me haría cómplice de la sucia maniobra de una empresa apoyada por una política que si no es corrupta dígame qué adjetivo puede calificarlo.
..¡Gracias Sr. Gabeiras, por su valiente denuncia!
Tras el 11 de septiembre de 2001 y tras las razones que valientemente expone el Sr. Gabeiras ¿Quienes son los anormales que pretenden la colocación de esta potencial bomba en plena ría de El Ferrol?
Es que los intereses de Defensa y de los ciudadanos van a estar bajo los de un negociete que puede tener una ubicación ligeramente más distante sin crear la problemática
Como siempre, ante unos chanchulletes con los políticos por medio, la ley del silencio. ¿No decíamos que la descentralización iba a servir mejor al ciudadano?; cada día vamos comprendiendo que para ciertos tipos de decisiónes sobre "negocietes": más aldea, más caciquismo, mas opresión, más silencio y más indefensión del ciudadano, pero no solo en Galicia.
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