lunes, 29 de septiembre de 2014
Resulta que Arturito no sabe si es corrupto; si puede que me olvidase de alguna cosilla, pero naaaaaaaaa
Conviene recordar que este paajarillo que pia suavemente de que es inocente ha sido Consejero de Hacienda de la Generalidad desde el 30 de julio de 1997 al 19 de enero de 2001 (TRES AÑITOS). Ha sido Consejero Primero de la Generalidad con Pujol desde 19 de enero de 2001 al 22 de diciembre de 2003 (DOS AÑITOS); algo tendría que explicar Sobre su padre político y de el mismo
Mas no sabe si es corrupto, aunque cree que no.
Pablo Molina. Libertad Digital 29.09.2014
Dice que no puede estar seguro de que en el pasado no haya cometido "alguna pequeña irregularidad".
Una hora de insufrible perorata de Artur Mas en torno a su descalabrado proyecto de sacar las urnas el próximo 9-N tuvimos que aguantar los espectadores de Ana Pastor, antes de dar el clásico respingo en el sofá que todas las entrevistas de la periodista acaban provocando tarde o temprano. En esta ocasión no fue la actitud de la tenaz presentadora la responsable del sobresalto sino las palabras del entrevistado en torno a un tema muy sensible como la corrupción política que, en el caso de los Pujol, podría llevar camino de pulverizar todas las marcas conocidas hasta el momento a escala continental.
Artur Mas volvió a explicar que cree a pies juntillas la versión de Jordi Pujol sobre la fortuna amasada por su familia, según la cual todo es fruto de un dinero que su padre depositó en Suiza a nombre de la esposa e hijos del expresidente catalán. Antes de esto, Mas se había quejado del tono de los portavoces de "algunos partidos" en la comparecencia de Pujol el parlamento regional que, en lugar de escuchar en silencio la reprimenda de D. Jordi, se atrevieron a preguntarle sobre los movimientos dinerarios y patrimoniales del clan familiar que tanto escándalo han provocado... fuera de Cataluña, porque allí están pasando prácticamente desapercibidos.
Pero el momento sublime de la entrevista de Ana Pastor llegó casi al final, cuando la periodista de La Sexta le afeó al presidente catalán (ella es así) que respondiera de manera evasiva a la pregunta que le formularon el día anterior en TV3 sobre la honradez del propio Artur Mas. Y es que resulta que Mas no sabe si es corrupto o no. Es decir, él cree que no es un tipo corrupto pero, como explicó acto seguido, no puede estar seguro de que en el pasado no haya cometido "alguna pequeña irregularidad administrativa". Impresionante. El presidente de la autonomía del 3% (revisable según los casos) se explayó anoche de esa guisa, ante una Ana Pastor que a punto estuvo de desgarrarse los músculos faciales de tanto como abrió los ojos al escuchar las explicaciones lisérgicas de Artur Mas sobre su propia honradez. A continuación aseguró que pone la mano en el fuego por él e incluso por su esposa, con grave riesgo de acabar en la unidad de quemados del hospital más cercano, dado que segundos antes se había mostrado incapaz de decir simple y llanamente "no, señora Pastor, yo no soy un corrupto".
Sobre la consulta independentista y tal, que era de lo que iba la entrevista, ninguna novedad. Artur Mas hizo gala una vez más de su cobardía y se limitó a señalar que su intención es hacer el referéndum convocado, claro, pero si no se puede el 9 de noviembre pues ya buscará otra fecha y alguna nueva estratagema, qué se le va a hacer.
Después de lo de anoche, los socios de Mas en Cataluña deben estar enfadados por este nuevo alarde de falta de decisión de su presidente, que anoche volvió a recular en directo por televisión y en horario de máxima audiencia. En el resto de España, en cambio, estamos intentando discernir si el insolvente que anoche estaba con Ana Pastor es el político que ha puesto en jaque a todo un país o alguien nos está haciendo a los españoles una monumental cámara oculta.
Artur Mas ¿Corrupto yo? No sé… No estoy seguro
Fray Josepho libertad Digital 2014-09-29
Entrevistado este sábado en TV3 por Mònica Terribas, que le preguntó si estaba "limpio de corrupción", Artur Mas respondió lo siguiente:
"¿Limpio de corrupción? Yo creo que sí, vaya. Siempre me he comportado de una forma que creo que ha sido correcta. Puedo haber tenido algún fallo alguna vez, como todo el mundo, pues puede que sí, no lo sé, pero..."
Y lo peor es que al día siguiente le dio a Ana Pastor en La Sexta una respuesta parecidísima. Así que, como titula Pablo Molina, Mas no sabe si es corrupto, aunque cree que no.
¿Corrupto yo? No sé… No estoy seguro.
Pudiera ser. Tal vez. Pero no creo.
¿Corrupto?... Yo corrupto no me veo.
Supongo. Me imagino. Conjeturo.
¿Corrupto yo? Qué va. No me figuro.
No sé. Pienso que no. No lo deseo.
¿Corrupto? Pues no sé. No me planteo…
Quizás, antes de Artur, cuando era Arturo…
¿Corrupto yo? Pues no lo sé. Depende.
¿Corrupto? ¿Por corrupto qué se entiende?
No quiero responder de modo abrupto…
¿Corrupto? Pues, en fin, de forma escueta,
le digo que es España la que veta
mi dret a decidir si soy corrupto.
Cuando ABC echaba una mano a Pujol nombrandolo "español del año"; ¡¡¡ que grande eras Ansón !!!
Corría el año de gracia de 1984 cuando el ABC dirigido por Ansón comenzó su campaña a favor de Pujol y se escribian cosas como las siguientes:
Vencedor rotundo de las elecciones catalanas, Jordi Pujol ha demostrado en 1984 que los socialistas pueden perder las generales de 1986. Tras su victoria se desencadenó contra él una torpe maniobra para erosionar su prestigio. La opinión pública advirtió enseguida la jugada y se preguntó no si Pujol era inocente o culpable de las acusaciones contra él vertidas, sino si el Gobierno es inocente o culpable del intento de instrumentalizar la Justicia en favor de intereses de partido. Jordi Pujol, como antes Tarradellas, con su actitud de servido a España. Desde un sentimiento catalán irrenunciable, con la bandera española ondeando en el palacio de la Generalidad y presidiendo su despacho junto a la catalana, ha contribuido considerablemente a hacer viable la Constitución y la Monarquía democrática que ha restaurado las libertades en España. Todo ello le ha convertido, a juicio de la Redacción de ABC, en 'Español del Año'.
Pujol vestido de torero
Cuando la Audiencia de Barcelona decidió no procesar a Pujol, ABC y su director saltaron de alegría. La portada del 22 de noviembre de 1986 era una caricatura de Pujol vestido de torero y clavando el estoque hasta la bola en un toro con el símbolo del PSOE como hierro. El editorial interior estaba titulado "Se ha hecho justicia".
Desde el primer momento entendimos que el problema planteado por el asunto de Banca Catalana no era el de establecer la culpabilidad o la inocencia del actual presidente de la Generalidad, sino el de averiguar si el Gobierno del PSOE era o no responsable de haber puesto la máquina de la Justicia al servicio de sus intereses de partido.
De lo que se trataba desde un principio era de desprestigiar políticamente a Jordi Pujol en represalia por la derrota que infirió al PSOE en las elecciones catalanas.
Si como consecuencia de la maniobra Jordi Pujol, en lugar de mantener la serenidad y la moderación, así como su defensa permanente de la unidad de España, se hubiera rebelado y se hubiera convertido en un Garaicoechea catalán, el daño producido a la entera nación española hubiera resultado incalculable. De ahí que el hecho de que haya prevalecido la justicia, trascienda su significado desde lo estrictamente procesal.
Más de 25 años después estos editoriales y portadas publicados en ABC bajo la dirección de Luis María Ansón, se ha comprobado que el nacionalismo catalán moderado dentro de España, abanderado por Pujol y la inocencia de éste en el vaciamiento de Banca Catalana, eran mentira. Ahora bien, Pujol y su familia son mucho más ricos.
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domingo, 28 de septiembre de 2014
sábado, 27 de septiembre de 2014
Gilí Izeta, ¿Ya sabes para que sirve la ley autonomica que has ayudado a aprobar?; para el golpismo puro y duro, pero de eso ya sabeis, ademas de robar y el crimen de Estado
Izeta, lo tuyo es de tonto supino, le has ayudado a aprobar una ley para la trampa del nazi Mas; tu eras tan gili que la aprobaste para que no hiciese el referéndum del 09-11.
Pues ya ves tonto del culete que gran favor nos has hecho a todos los españoles; esperemos a ver que dicen tus amiguetes de Madrid y el supertonto Pedrito
Imagen de El Confidencial
Pues ya ves tonto del culete que gran favor nos has hecho a todos los españoles; esperemos a ver que dicen tus amiguetes de Madrid y el supertonto Pedrito
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En EEUU un pajarito como el Mas estaria con un mono naranja o una camisa de fuerza; es decir, en la cárcel o en el manicomio
En EEUU, un Gobernador de un estado federal -salvo excepciones jurídicas- estaría con un mono naranja y en un calabozo o con una camisa de fuerza en un psiquiátrico.
Pero bueno, España es diferente y así la pena por convocar un referéndum de 10 años de prisión que había legislado el Gobierno Aznar fue anulada por un tonto solemne de nombre Zapatiestos; otro que debería estar también con mono o con camisa de fuerza por golpista institucional como el estatuto de Cataluña; las afriamciones de Maragall en su dia lo denunció claramente: "Debimos modificar previamente la Constitución"; si se aprobó algo sin madato legal y sin bases legales, cosntituye un golpe de estado institucional; no fue otra cosa el Nuevo Estatuto de Cataluña. DEl pajarito en vez de esatr entre rejas, vive de cojones a nuestra cuenta con dos latisueldo
Existen otra figuras legales por las que se puede meter en la cárcel al chuleta y golpista Mas; solo hay un actor que pueda denunciarlo con todas las consecuencias y es Manos Limpias; colabora con ese sindicato en su cuenta:
Cuenta Manos limpias
0030-8112-13-0001169271
A la cárcel con este mesías nazi enloquecido o al manicomio
La imagen es de Google imagenes
Pero bueno, España es diferente y así la pena por convocar un referéndum de 10 años de prisión que había legislado el Gobierno Aznar fue anulada por un tonto solemne de nombre Zapatiestos; otro que debería estar también con mono o con camisa de fuerza por golpista institucional como el estatuto de Cataluña; las afriamciones de Maragall en su dia lo denunció claramente: "Debimos modificar previamente la Constitución"; si se aprobó algo sin madato legal y sin bases legales, cosntituye un golpe de estado institucional; no fue otra cosa el Nuevo Estatuto de Cataluña. DEl pajarito en vez de esatr entre rejas, vive de cojones a nuestra cuenta con dos latisueldo
Existen otra figuras legales por las que se puede meter en la cárcel al chuleta y golpista Mas; solo hay un actor que pueda denunciarlo con todas las consecuencias y es Manos Limpias; colabora con ese sindicato en su cuenta:
Cuenta Manos limpias
0030-8112-13-0001169271
A la cárcel con este mesías nazi enloquecido o al manicomio
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El ex fiscal Vilarejo está sorprendido de que Pujol no haya aun sido imputado. La regualrización por valor de 3 millones de euros por Ferrusola e hijos en Junio implica un importnate fruade fiscal
La comparecencia de Pujol carece de todo valor y de toda relevnacia
Albert Rivera al broncón Pujol: "Nosotros no hemos robado, no admitimos que nos riña"
El abuelo Pujol, el gran chorizo, una vez más envolviéndose en la bandera de Cataluña para defenderse de dar las pertinentes explicaciones y contestar a las preguntas formuladas. Tuvo la necesaria respuesta de Albert Rivera:
"Nosotros no hemos robado, no admitimos que nos riña"
“no se ha enterado que ya no es un líder moral, que es un líder inmoral”
“un ladrón confeso dando lecciones morales”
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viernes, 26 de septiembre de 2014
Los errores del tonto de Cameron y de los demás politicos ingleses. España es el laboratorio donde se demuestra que las cesiones a los nazis solo aplazan los problemas. Canadá estudió muy bien nuestro fenomeno y sacó oportunas conclusiones con las carajadas quebecienses
Cameron, el pobre es tontito o sus allegados le superan y debería desconocer estos datos que son imprescindibles antes de autorizar el referéndum de Escocia en las condiciones que lo autorizó. Pajarito, no te mates a pajas y leer un poco, debería ser lo recomendable al personaje.
Cansado el Gobierno de Canadá de turno se cansó de las capulladas de los nenes del Quebec -esos que ama tanto nuestra querida Karma Chacón, la amante de la Puta España de Rufianes- se plantearon atajar esa periódica tocadura de bolos. Para ello el primer ministro de Canadá Chrétien designó al politólogo Stéphane Dion como Ministro de Asuntos Intergubernamentales en 1996. Dion desafiaría las afirmaciones de los soberanistas quebequenses sobre la validez jurídica de la pregunta del referéndum de1995 en tres cartas abiertas al primer ministro de Quebec Lucien Bouchard y a su ministro de asuntos intergubernamentales Jacques Brassard.
En su primera carta abierta, el 11 de agosto de 1997, Dion rechazó tres afirmaciones que Bouchard había hecho:
- Que una declaración unilateral de independencia sería compatible con el derecho internacional.
Que una mayoría del "50% más uno" sería un umbral suficiente para la secesión, y
Que el derecho internacional protegería la integridad territorial de Quebec después de la secesión.
El Gobierno de Canada llevo el tema ante la Corte Suprema para dirimir una serie de cuestiones básicas:
- Según la Constitución de Canadá, ¿puede la Asamblea Nacional, legislatura, o el gobierno de Quebec efecto de la secesión de Quebec de Canadá unilateralmente?
- ¿Tiene la Asamblea Nacional, la legislatura, o el gobierno de Quebec el derecho a efectuar la secesión de Quebec de Canadá unilateralmente según el derecho internacional?
- En caso de conflicto entre la legislación nacional y la internacional sobre el derecho de la Asamblea Nacional, la legislatura, o el gobierno de Quebec a efectuar la secesión de Quebec de Canadá de manera unilateral, ¿cuál de las legislaciones tendría preferencia en Canadá, la nacional o la internacional?
¿Quien es Stéphane Dion?
Stéphane Dion (Quebec, 28 de septiembre de 1955) es el actual líder del Partido Liberal de Canadá, y también fue Líder de la Oposición en la Cámara de los Comunes de Canadá hasta el 4 de Diciembre de 2006, La portentosa Wikipedia no nos aporta mucho mas sobre este personaje vital en Canadá para poner a los franconazis canadienses en su lugar y a no permitirles las veleidades secesionistas y los habituales engaños a los ciudadanos
De gran interés es su conferencia en Barcelona de la que daremos cuenta en otro momento y que de todas formas se puede leer en el siguiente enlace.
Su estancia por España en 1976.
Estos valores no son fruto exclusivo de mi experiencia en la universidad y en el Gobierno. He tenido también varias vivencias que me han marcado. Quisiera mencionar una en particular. En mayo y junio de 1976, cuando tenía 20 años, recorrí la Península Ibérica de una punta a otra haciendo autostop. Viví entonces momentos de una intensidad inolvidable al intercambiar ideas con españoles de todas las edades. Como podrán no imaginar, mantuve conversaciones apasionantes sobre política. Al término de esos dos meses, hablaba español bastante mejor de lo que lo hago hoy.
¡Ojalá tuviera tiempo para volver a vivir un día una experiencia española semejante!
Aunque no lo exprese ha sido un atento observador de nuestra evolución y nuestras experiencias
La imagen de Dion procede de su pagina
miércoles, 24 de septiembre de 2014
Rafael Catalá, un tonto soberano que llegará a Ministro de Justicia gracias al dedo de Mariano: El descubridor del sentimiento catalán
Este chicarron es un prodigio, es capaz de intuir lo que muchos que hemso vivdo allí y viajado también no hemos llegado a percibir.
Nos dice el chicarrón:
"Por mi trabajo, por mis viajes o mis colaboraciones con Esade he tenido contacto con el sentimiento catalán, de percepción de una identidad singular propia, con un gran dinamismo cultural y un avanzado grado de autogobierno".
Estos del PP son la rehostia, unos ven mucho como el Rafita y la otra, ministra de Sanidad, que no veía el Jaguar en el jarage
Rafael Catalá: el ministro que avistó el "sentimiento catalán"
Pablo Planas. Libertad Digital 24.9.2014
No es en absoluto descartable que los políticos del frente separatista catalán sufran alguna clase de trastorno mental, más agudo que ligero, transitorio o permanente, que les haga estar convencidos de que lo que no puede ser sí puede ser y además no es imposible. Sólo queda mes y medio para el 9 de noviembre, fecha elegida para el referéndum, y dichos dirigentes insisten en que ese día se celebrará una consulta en Cataluña, de tal manera que si no se lleva a cabo van a quedar peor que el cuñado chistoso en un funeral.
En la contraparte están convencidos de todo lo contrario, de que no habrá referéndum. Lo malo de la versión del Gobierno es que es tan incompleta como la del Govern: se sabe lo que quieren, pero no cómo lo van a conseguir ni qué medios van a utilizar, más allá de las candorosas alusiones a la sensatez de Artur Mas.
Entre medias, la dimisión forzosa de Alberto Ruiz Gallardón y el nombramiento de Rafael Catalá Polo como ministro de Justicia sugieren unas perspectivas distintas en la contemplación del campo de batalla. No es que Gallardón tuviera un papel muy destacado en la cuestión del proceso separatista. Más bien ninguno, puesto que ese cometido se lo encargó Rajoy al ministro de Exteriores, García Margallo, en un alarde estratégico mediante el cual convertía el desafío secesionista en un segundo Gibraltar. Sin embargo, al nuevo ministro de Justicia le va a tocar dar la cara, y mucho. Puede que se libre de tener que presentar ante el Constitucional el recurso contra la ley de consultas, habida cuenta de que la cartera de Justicia dependerá de Soraya Sáenz de Santamaría hasta el regreso a España del Rey y de Rajoy, en Estados Unidos y la China, respectivamente. Pero de lo que no se va a librar es de lo que venga después.
Para los políticos nacionalistas, lo de Catalá es lo de menos y les da lo mismo. A estas alturas puede que ya ni recuerden que existe un Ministerio de Justicia y un Gobierno de España. Desprecian incluso las últimas declaraciones que se conocen del flamante casi ministro, quien en la revista de los Administradores Civiles del Estado, cuerpo al que se honra pertenecer, afirmó el pasado junio lo siguiente:
- Por mi trabajo, por mis viajes o mis colaboraciones con Esade he tenido contacto con el sentimiento catalán, de percepción de una identidad singular propia, con un gran dinamismo cultural y un avanzado grado de autogobierno.
Un ministro viajado, que afirma haber tenido contacto con el "sentimiento catalán". Muy científico, muy jurídico y muy preciso, como el avistamiento de un ovni en el Tibidabo o un Bigfoot en un bosque de la Cerdaña. El sentimiento catalán...
Catalá, según su ficha oficial, comenzó en la política con Rajoy en 1996 y disfruta de un currículo que no cabe en un papiro. Empezó nada menos que de director general de la función pública, en el Ministerio de Administraciones Públicas, que a la sazón dirigía su descubridor y patrocinador, Mariano Rajoy, a quien se parece bastante, por cierto. Menos conocida es su trayectoria en la empresa privada, ámbito en el que fue secretario general desde 2005 y hasta 2011 de Codere, una multinacional española dedicada a las tragaperras, los casinos, los hipódromos y las apuestas en general que atraviesa en la actualidad por serias dificultades. Un tipo con suerte que espera al motorista mientras la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) suspende la cotización de su exempresa. Y es que nada mejor, deben de pensar en Moncloa, que tomarse lo de Cataluña como si fuera un juego. De azar, naturalmente.
Imagen es de captura de vídeo de la entrevista en la Sexta
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domingo, 21 de septiembre de 2014
Mikel Buesa: La secesión y la política de la claridad. En economia Buesa es excelnte, en lo de la politica bastante naif, como lo demuestra en su artículo
El estimado Miguel Buesa como economista es bueno, ha rendido un papel de aclaración a las fianzas autonómicas, especialmente del Pufo vasco; ahora bine, cuando se mete en cuestiones políticas resulta algo naif, dicho con todo el cariño que le profesamos.
Olvida como muchos otros -especialmente los nazionalistas- que desgraciadamente nuestra Cosntitución es u proyecto cerrado y que para abrirlo se necesitan un gran consenso entre las fuerzas políticas difícil de conseguir y luego estamos los ciudadanos que no tragamos ruedas de molinos y que exigiríamos el referéndum en una serie de cuestiones básicas que no iban a ser el trágala de 1978 en donde se ofreció a ,los nazionalistas nuestro elástico ano por los "padres de la patria" y nos porculeraron bien proculeados.
Solo hay dos soluciones:
- Que nuestros queridos nazis acepten lo que hay y se conformen con lo que existe porque muchos españoles no estamos para hacerles mas cesiones , e incluso que se anulen algunas de ellas como el Pufo vasco.
- Que se redacte una nueva Constitución, en al que ya hemos dicho que múltiples españoles no estarían por muchas de las infames concesiones de 1978 y previa a la creación de unas Cortes Constituyentes habría de refrendarse uan series de cuestiones previas ya que no dejaríamos eso en manos de políticos inútiles palmarios tan delicados temas que nos atañen.
En próximas horas pormenorizaremos comentarios al artículo de Buuesa.
Nos habría gustado hacer los oportunos comentarios al artículo de Mikel Buesa en la fuente del artículo: Libertad Digital; desgraciadamente dicho periódico en la Red tiene una censura al hombre y no a los contenidos y algunas personas de este blog de facto no podemos escribir allí; ahora bine muchos catalanofascios pueden deponer allí sin excesivos probelmas. Dado el absurdo pronunciamiento del Tribunal Europeo puede aceptarse una censura por contenidos pero JAMAS una censura a la persona. No solo se produce en L. Digital, el mismo ABC hace otro tanto; alli te anuncian que moderarán tu comentario, pero aunque sea suavisimo, según la firma ES ELIMINADO. Don Federico de Todos Los Demoniós -como dice Felipe Gonzalez- ¿Cuando se impondrá una cesura de contenidos y no a la persona en Libertad Digital?; ¡¡¡ esperamos vehementemente su respuesta !!!!!
La secesión y la política de la claridad
Mikel Buesa.
Libertad Digital 21.09.2014
Releer hoy, cuando el embate separatista de Cataluña se presenta con tintes de insurrección, las páginas con las que el ministro canadiense Stéphane Dion introduce su obra La política de la claridad resulta particularmente aleccionador, toda vez que, llegados a este punto, hemos de encontrar una vía para que la cuestión de la secesión deje de dirimirse en el campo de juego nacionalista y pase a deliberarse en la arena institucional democrática. Dion señala que, en Canadá –y yo diría también que en España, propuestas federalistas incluidas–, el debate sobre la unidad ha llevado a "una estéril discusión sobre la Constitución", pues la unidad no está cuestionada por el reconocimiento de la diversidad, sino por un "procedimiento (…) secesionista muy difícil de conciliar con la democracia" cuyos dos pilares son "una pregunta refrendaria confusa y una apretada mayoría [que no permite asegurar] que la secesión sea la elección claramente expresada por la población". La verdadera cuestión, añade Dion, no es saber si los quebequeses pueden decidir su futuro, (…) [sino] saber cómo, por qué procedimiento, los quebequeses que no quieren la nacionalidad canadiense podrían retirársela a los quebequeses que quieren conservarla.
Stéphane Dion –que en su libro confiesa haber transgredido las dos reglas de oro de la corrección política en el debate sobre la secesión, o sea la de que "es necesario cortejar a los nacionalistas con suaves palabras" y la de "no admitir nunca en público que el adversario podría ganar"– fue quien planteó en 1996 a la Corte Suprema de Canadá las tres preguntas que dieron lugar al famoso dictamen de este tribunal acerca del asunto. Un dictamen que dejó sentado que ni sobre el fundamento del Derecho Internacional ni sobre el de la Constitución de Canadá existe un derecho a la secesión, aunque ello no obste para que sí haya un "derecho a plantear la demanda de secesión (…) y a obtener una respuesta democráticamente fundamentada". Fue precisamente para para dar esa respuesta para lo que Dion presentó a la Cámara de los Comunes canadiense su Ley sobre la Claridad, obteniendo el respaldo parlamentario en marzo del año 2000.
El Tribunal Constitucional español ha dejado también claro, en su sentencia de 2008 sobre la Ley de Consulta del País Vasco y en la más reciente de 2014 sobre la declaración de soberanía y del derecho a decidir del pueblo de Cataluña, emitida un año antes por el Parlamento catalán, que la Constitución no exige una adhesión militante a su contenido y puede, por ello, plantearse la cuestión secesionista a través de su reforma, estando habilitadas las Asambleas legislativas de las comunidades autónomas para proponer tal cambio, siendo un deber del Parlamento español entrar a considerarlo. Parecería, por tanto, que el tema de la secesión sólo se puede proponer a través de la reforma constitucional, lo que haría prácticamente inviable, por la naturaleza de los consensos requeridos, su consecución.
Sin embargo, como ha señalado recientemente José María Ruiz Soroa en un interesante capítulo del libro colectivo La secesión de España, bases para un debate desde el País Vasco,
si la Constitución ha previsto y regulado su propia reforma, nada impide al legislador ordinario regular los trámites previos necesarios para iniciar ese proceso de reforma (…) en los supuestos que afecten a la unidad nacional.
Dicho de otra manera, también en España es posible que una política de la claridad encuentre su plasmación legislativa, entrando a regular los procedimientos democráticos a través de los cuales se pueda constatar, en una comunidad autónoma y en cada una de sus unidades territoriales, la existencia de una voluntad clara y mayoritaria de secesión, y a partir de ella establecer de manera negociada sus condiciones, dando al conjunto del pueblo español, a través del trámite concreto de reforma constitucional en el que esas condiciones se plasmen, la oportunidad de pronunciarse en su favor o en su contra.
Esta propuesta de Ruiz Soroa debería, en mi opinión, completarse con otros elementos destinados a hacer más nítido el debate y, sobre todo, a dejar fuera de él los pronunciamientos que lo contaminan, por lo general desde el bando nacionalista. Un ejemplo de ello es la cuestión de la permanencia de las regiones secesionadas en la Unión Europea; un tema éste que ha dado lugar tanto a un debate académico serio como a múltiples declaraciones carentes de fundamento, y que debiera dirimirse con una consulta formal del Gobierno español a los órganos europeos que tengan competencia para establecer una declaración doctrinal incontrovertida. Lo mismo puede decirse con respecto al asunto de las condiciones de utilización del euro en el caso de que la región separada decidiera adoptarlo como unidad monetaria. Y así un sinfín de temas de naturaleza económica e institucional sobre los que los ciudadanos necesitan tener la mejor información posible antes de pronunciarse acerca de su futuro en común, y sobre los que merecería la pena establecer un programa de estudios al que pudieran concurrir los mejores investigadores académicos del país.
La secesión es, sin duda, en este momento, el tema político de mayor envergadura al que nos enfrentamos los españoles. En Cataluña, sus valedores han franqueado ya, aunque por ahora sólo sea verbalmente, la frontera que separa la aceptación formal de las instituciones del terreno sedicioso de la declaración unilateral de independencia. Tal vez, en el momento supremo en el que ya no caben las palabras, esta última acabe siendo sólo un deseo frustrado, un desiderátum irrealizable, un tránsito para el que falte el coraje político que conduce inevitablemente a la violencia. Sea cual sea, sin embargo, el momentáneo devenir de los acontecimientos durante las próximas semanas, bueno será que quienes tiene la responsabilidad de mover la rueda que los impulsa no se dejen arroyar por ella y encuentren en la política de la claridad la inspiración necesaria para reconducir la cuestión al ámbito de la deliberación democrática, en el que aún no ha entrado.
La victoria, en el referéndum escocés, de los partidarios de permanecer en Reino Unido aumentando su autogobierno conlleva tres importantes consecuencias inmediatas. Internamente, propicia una inédita federalización del país; en la Unión Europea, disipa las inquietudes añadidas a la difícil recuperación económica y debería abrir paso a una actitud menos obstruccionista de Londres ante Bruselas; y va en contra de movimientos secesionistas como el del soberanismo en Cataluña.
Es mucho más de lo que podía esperarse, y ello se debe a la consistencia del resultado. Frente a unos sondeos que preveían un empate técnico, la diferencia entre unionistas (vitaminados por el autonomismo) y secesionistas supera los diez puntos. Ello desarbola la presunta fragmentación de la sociedad escocesa en dos mitades simétricas, y al tiempo reafirma la profundidad de su voluntad de autogobierno. La elegante dimisión del líder secesionista Alex Salmond rubrica la victoria rival, tras un resultado que, de no haberse magnificado antes, sería notable. También da cuenta del exigente hábito de rendición de cuentas, clave en las democracias avanzadas.
La rotundidad del resultado se muestra más relevante si se compara con las apariencias afloradas en la campaña: el empuje secesionista, la ebullición juvenil, epifenómenos que traen ecos de las movilizaciones soberanistas catalanas. Y es más meritoria porque ocurre tras los errores del unionismo conservador. La aceptación de un referéndum, motivada en parte por el cálculo de la victoria futura; la altanería de abandonar durante meses el proceso a su cuenta y riesgo; el olvido de la recomendación del Tribunal Superior de Canadá exigiendo mayorías reforzadas en Quebec para evitar la segmentación social; las amenazas tramposas de la futura expatriación de bancos nominalmente escoceses pero de capital ya británico, y la tardía promesa de aumentar la autonomía son un rosario de errores. En cambio, debe aplaudirse la rápida reacción del primer ministro David Cameron, ayer, asegurando que cumplirá todos sus compromisos e impulsará una devolution generalizada (federalización, sin el nombre) que no figura en el ADN de su partido. Ojalá estos comportamientos, de Salmond a Cameron, exquisitamente legales, dialogantes, consensuales y responsables ante la opinión se prodigaran por nuestros lares.
No es así, no solo por la escasa sensibilidad en la reacción del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, al interpretar en clave de las distintas sensibilidades españolas (también de las catalanas) este episodio: ni su actuación mejora la de Cameron ni ofreció la reanudación del imprescindible diálogo como alternativa a la deriva separatista. Tampoco por la inanidad del presidente catalán Artur Mas, subrayando cansinamente que votar es lo único importante, sin aprender ni cómo se puede organizar legalmente un voto, ni sus efectos: sobre todo si, como en este caso, les son muy perjudiciales. Nada de lo que sucede parece afectar al rumbo invariable y eterno de su hoja de ruta: ni las encuestas que anuncian que los partidarios de la “tercera vía” duplican a los separatistas; ni los reveses por los reiterados posicionamientos de la UE contra el secesionismo catalán; ni el saqueo del caso Millet o el caso Pujol, nada importa nada, como si no fuese un proceso humano, sino mineral.
Y, sin embargo, la derrota de Salmond y los suyos es devastadora para los soberanismos europeos. Tras el reiterado fracaso del quebequés, el aplazamiento de la independencia por el flamenco, la ruina política y moral de una Lega Padana convertida en baluarte de la peor ultraderecha xenófoba…, la derrota de las ilusiones del Partido Nacionalista Escocés baliza el fin del ciclo del ilusionismo secesionista en las democracias occidentales. Pero ni Mas ni los suyos se dan por enterados.
- Seguir leyendo: http://www.libertaddigital.com/opinion/mikel-buesa/la-secesion-y-la-politica-de-la-claridad-73519/
sábado, 20 de septiembre de 2014
El tuerto Junqueras reconoce que la ha cagado con el llamamiento a la desobediencia Civil y nos manda a la nena Martita a disculparse
Entre otras, decía el tuerto Junqueras: "Ha llegado la hora de saltarse el marco legal anterior para crear el siguiente".
Ante la pregunta respondía el tuerto: "¡Y tanto!, ¡y tanto!, como hizo Martin Luther King"; decía además: "No podemos generar incentivos al Gobierno español porque no nos deje votar, al contrario, lo que hemos de hacer nosotros es decir que iremos a votar y que haremos todo lo posible para ganar"
Bueno, ahora resulta que nuestra amada Marte Rovira -nuestro amorcito del alma, nuestra cosita, como dirían en México- se decuelga con la aquiescencia del jefe, suponemos:
- La secretaria general de ERC, Marta Rovira, ha admitido este sábado que
no es necesario "ir predicando la desobediencia civil" si el Tribunal
Constitucional (TC) recurre la ley de consultas porque la palabra puede
ser impactante para algunas personas.
Diana Krall cancela su actuación en el Festival de Jazz de Barcelona
Diana Krall cancela su actuación en el Festival de Jazz de Barcelona; pero vamos, no sean mal pensados; no es por cuestiones de barretina o similares; se trata de que está enferme y cancela todas la actuaciones en Europa. incluida la del festival de Jazz de Barcelona.
Esa es la noticia que daba La Razón.
Para los añorantes de Diana: cheek to cheek
La imagen es de La Razón
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viernes, 19 de septiembre de 2014
De los errores del referéndun escoces: La mayoría mínima necesaria.
Para una serie temas esenciales tenemos una serie de blindajes constitucionales que exigen unas ciertas mayoría cualificadas, en mayor o menor grado; esto es evidente con ciertos títulos de la Constitución, especialmente el titulo VIII de la nuestra.
¿Aceptamos que para la destrucción de un país de 65 millones de votantes de forma irreversible valgan solo la mitad de los votos de unos 5 millones de una determinada región?; sobre todo teniendo encuentra que estamos ante una decisión sin vuelta atrás ya que los nazionalistas una vez conseguido su objetivo no dan su brazo a torcer, no se piense en al reversión, como sucede cuando un partido político distinto gana las elecciones y puede aplicar unas políticas de signos diferentes.
La Corte.Suprema del Canadá en su sentencia establece de forma repetida que el resultado del referéndum ha de ser de una mayoría clara, pero en ningún momento la cuantifica, dejando -en consecuencia- esa cuantificación a los políticos. Asi Stephan Dion nos dice en su conferencia en el Instituto Elcano: Secesión y democracia: una perspectiva canadiense
Es de interés el artículo de Crsitina Losada:
¿La fractura de un Estado debe decidirse a cara o cruz?
Cristina Losada. Libertad Digital 17.09.2014
El referéndum en Escocia ha producido, entre otras anécdotas, la del raro acuerdo entre el historiador Neill Ferguson, de origen escocés, y el economista americano Paul Krugman. Ambos advierten, por decirlo en corto, que la separación sería muy mal negocio para los escoceses. Pero sería un auténtico desperdicio que del asunto de Escocia sólo quedaran las anécdotas y el ruido y la furia de la campaña, además de lo que vendrá una vez se conozca el resultado. Porque entre todos los interrogantes que suscita un proceso así hay uno que merece más reflexión de la que se le está dedicando. Es la cuestión sobre la idoneidad de que sea por el solo procedimiento de un referéndum cómo se decida la ruptura de un Estado. Más aún si basta una mayoría simple.
Sobre el papel, un resultado a favor de la independencia en un referéndum como el escocés o como el que regula la Ley de Claridad canadiense no comporta la secesión de manera automática. No es de autodeterminación, cierto. Pero vayamos del papel al terreno. ¿Alguien piensa que una vez emitidos los votos se puede hacer otra cosa que cumplir su mandato? Todo es posible, sí, pero entonces se han hecho las cosas al revés. No se pide primero a la gente que vote para después mandarla a freír. O para negociar acto seguido un estatus intermedio, si hay alguno. Un referendo de estas características nunca será meramente consultivo. No es una encuesta. No pulsa la voluntad: la fija.
En la mayoría de las democracias, con la notable excepción suiza, el referéndum suele emplearse para someter al electorado decisiones de relevancia aprobadas por los parlamentos. En buena práctica, tales decisiones son el fruto de un compromiso que vincula a una amplia mayoría. La votación culmina un proceso de aproximación entre posiciones diferentes. Esto no ocurre en el caso de los referéndums independentistas. No abren un espacio a la negociación: lo cierran. La ruptura o la continuidad de un Estado se juegan a cara o cruz. De salir el sí ya no eres británico, de salir el no lo sigues siendo ¡de momento!
De momento. Otra de las diabluras que entraña este tipo de referéndum es que las consecuencias para unos y otros son asimétricas. Aunque fracasen ahora, los independentistas podrán volver a la carga y, en seis, en diez, en quince años, generar la presión suficiente para que la votación se repita. Pero si triunfan, los perdedores, los contrarios a la secesión, se convierten enseguida en ciudadanos de otro Estado: en esas condiciones, la posibilidad de que reúnan la fuerza necesaria para intentar revertir la situación es remota. Sin contar con que una vez levantadas las fronteras y las ampollas, los antiguos conciudadanos estén poco predispuestos a acoger a los que se fueron.
El exministro canadiense Stéphane Dion decía en una reciente entrevista en El País que un referéndum de este tipo divide profundamente. Y añadía: "Es existencial. No tomas una decisión para los próximos cuatro años y si te equivocas puedes cambiar de opinión". Para hacerse una idea de las circunstancias de la decisión, léase un artículo que publicaron en El Mundo Joan Font y Braulio Gómez, autores del libro ¿Cómo votamos en los referéndums?
Una de las conclusiones más claras de los estudios allí reunidos es que "la disputa que se da en los mismos va siempre mucho más allá de la pregunta que se haya planteado explícitamente a los ciudadanos". Aunque el referéndum no se convoca para castigar o premiar a un Gobierno, es inevitable que ese elemento esté ahí: como sucedió en Quebec y sucede en Escocia, donde el rechazo al gobierno británico conservador, a los tories en general y al establishment londinense en particular, ha llenado el caudal del independentismo.
Los defensores de que una parte de la población de un Estado decida en referéndum si se rompe o se mantiene siempre apelan al principio democrático de la voluntad de la mayoría. Una mayoría que no es tal, puesto que en su mapa sólo los escoceses o sólo los catalanes deciden. La democracia entraña aquel principio, como otros muchos, pero ante todo es una manera de vivir en sociedad: de que puedan vivir juntos aquellos que son distintos. El independentismo dice que no, que no se puede vivir juntos y que, para empezar, no se puede votar juntos. Esta es, en fin, la cuestión.
¿Aceptamos que para la destrucción de un país de 65 millones de votantes de forma irreversible valgan solo la mitad de los votos de unos 5 millones de una determinada región?; sobre todo teniendo encuentra que estamos ante una decisión sin vuelta atrás ya que los nazionalistas una vez conseguido su objetivo no dan su brazo a torcer, no se piense en al reversión, como sucede cuando un partido político distinto gana las elecciones y puede aplicar unas políticas de signos diferentes.
La Corte.Suprema del Canadá en su sentencia establece de forma repetida que el resultado del referéndum ha de ser de una mayoría clara, pero en ningún momento la cuantifica, dejando -en consecuencia- esa cuantificación a los políticos. Asi Stephan Dion nos dice en su conferencia en el Instituto Elcano: Secesión y democracia: una perspectiva canadiense
- 8. ¿Qué es una mayoría clara?
La Corte declara que el principio de la democracia va más allá de la regla de la mayoría simple. De este modo, confirma que la obligación de entablar una negociación sobre la secesión sólo puede surgir “de una mayoría clara de la población de Quebec a favor de la secesión en respuesta a una pregunta clara”. En su dictamen, la Corte menciona al menos trece veces la expresión “mayoría clara” o “clara mayoría”, además de hablar de “la amplitud” de la mayoría. También se refiere a una “mayoría clara de la población de Quebec”, lo cual abarca algo más que la cantidad de personas que voten.
Existen dos razones fundamentales por las que la negociación de una secesión debería llevarse a cabo sobre la base de una mayoría clara. La primera es que, cuanto más pone en tela de juicio una decisión los derechos de los ciudadanos, más irreversible resulta, más compromete a las generaciones futuras, y más exigente debe ser la democracia con respecto al procedimiento a seguir para adoptar dicha decisión. Es indudable que la secesión es un acto grave y probablemente irreversible. Se trata de un gesto que compromete a las generaciones futuras y tiene consecuencias importantes para todos los ciudadanos del país dividido.
La segunda razón es que la negociación de la escisión de un Estado moderno sería, inevitablemente y a pesar de la mejor voluntad del mundo, una tarea difícil y llena de obstáculos. No debería ocurrir que, mientras los negociadores tratan de llegar a un acuerdo de separación, la mayoría cambie de opinión y se oponga a la secesión. Sería una situación insostenible. Por ello, el proceso sólo debería ponerse en marcha cuando haya una mayoría clara, para que dicha mayoría tenga posibilidades de mantenerse a pesar de las dificultades de la negociación.
Es de interés el artículo de Crsitina Losada:
¿La fractura de un Estado debe decidirse a cara o cruz?
Cristina Losada. Libertad Digital 17.09.2014
El referéndum en Escocia ha producido, entre otras anécdotas, la del raro acuerdo entre el historiador Neill Ferguson, de origen escocés, y el economista americano Paul Krugman. Ambos advierten, por decirlo en corto, que la separación sería muy mal negocio para los escoceses. Pero sería un auténtico desperdicio que del asunto de Escocia sólo quedaran las anécdotas y el ruido y la furia de la campaña, además de lo que vendrá una vez se conozca el resultado. Porque entre todos los interrogantes que suscita un proceso así hay uno que merece más reflexión de la que se le está dedicando. Es la cuestión sobre la idoneidad de que sea por el solo procedimiento de un referéndum cómo se decida la ruptura de un Estado. Más aún si basta una mayoría simple.
Sobre el papel, un resultado a favor de la independencia en un referéndum como el escocés o como el que regula la Ley de Claridad canadiense no comporta la secesión de manera automática. No es de autodeterminación, cierto. Pero vayamos del papel al terreno. ¿Alguien piensa que una vez emitidos los votos se puede hacer otra cosa que cumplir su mandato? Todo es posible, sí, pero entonces se han hecho las cosas al revés. No se pide primero a la gente que vote para después mandarla a freír. O para negociar acto seguido un estatus intermedio, si hay alguno. Un referendo de estas características nunca será meramente consultivo. No es una encuesta. No pulsa la voluntad: la fija.
En la mayoría de las democracias, con la notable excepción suiza, el referéndum suele emplearse para someter al electorado decisiones de relevancia aprobadas por los parlamentos. En buena práctica, tales decisiones son el fruto de un compromiso que vincula a una amplia mayoría. La votación culmina un proceso de aproximación entre posiciones diferentes. Esto no ocurre en el caso de los referéndums independentistas. No abren un espacio a la negociación: lo cierran. La ruptura o la continuidad de un Estado se juegan a cara o cruz. De salir el sí ya no eres británico, de salir el no lo sigues siendo ¡de momento!
De momento. Otra de las diabluras que entraña este tipo de referéndum es que las consecuencias para unos y otros son asimétricas. Aunque fracasen ahora, los independentistas podrán volver a la carga y, en seis, en diez, en quince años, generar la presión suficiente para que la votación se repita. Pero si triunfan, los perdedores, los contrarios a la secesión, se convierten enseguida en ciudadanos de otro Estado: en esas condiciones, la posibilidad de que reúnan la fuerza necesaria para intentar revertir la situación es remota. Sin contar con que una vez levantadas las fronteras y las ampollas, los antiguos conciudadanos estén poco predispuestos a acoger a los que se fueron.
El exministro canadiense Stéphane Dion decía en una reciente entrevista en El País que un referéndum de este tipo divide profundamente. Y añadía: "Es existencial. No tomas una decisión para los próximos cuatro años y si te equivocas puedes cambiar de opinión". Para hacerse una idea de las circunstancias de la decisión, léase un artículo que publicaron en El Mundo Joan Font y Braulio Gómez, autores del libro ¿Cómo votamos en los referéndums?
Una de las conclusiones más claras de los estudios allí reunidos es que "la disputa que se da en los mismos va siempre mucho más allá de la pregunta que se haya planteado explícitamente a los ciudadanos". Aunque el referéndum no se convoca para castigar o premiar a un Gobierno, es inevitable que ese elemento esté ahí: como sucedió en Quebec y sucede en Escocia, donde el rechazo al gobierno británico conservador, a los tories en general y al establishment londinense en particular, ha llenado el caudal del independentismo.
Los defensores de que una parte de la población de un Estado decida en referéndum si se rompe o se mantiene siempre apelan al principio democrático de la voluntad de la mayoría. Una mayoría que no es tal, puesto que en su mapa sólo los escoceses o sólo los catalanes deciden. La democracia entraña aquel principio, como otros muchos, pero ante todo es una manera de vivir en sociedad: de que puedan vivir juntos aquellos que son distintos. El independentismo dice que no, que no se puede vivir juntos y que, para empezar, no se puede votar juntos. Esta es, en fin, la cuestión.
Pablete se disputa el puesto numero uno de tonto del año con Pedrito de La Partida. Un buen candidato para el porculeo catalanista
Nos dice Pablete -que va de chico superlisto-, que: "cuando la gente vota no pasa absolutamente nada" y ha considerado que España "debería tomar ejemplo"
Convendría que este buen chico nos explicase en que hemos de tomar ejemplo; si en votar legalmente lo autorizado o en el atraso del desarrollo federal de allí y que aquí llevamos 36 años de adelanto en relación con el Reino Unido. O que aprendamos en la desmembración de un país para complacer a los nazis escoceses, como aquí para complacer a los nazis vascos y catalanes; ¿De que ha servido hasta ceder la denominación de nuestra lengua?. Este chico debería leer un poco mas del Pacto Constitucional y las traiciones del nazionalismo catalán y vasco antes de abrir su boca chavista o seguir en el apoyo de sus cositas por parte de la televisión donde los homosexuales son ahorcados en grúas patíbulo con dudosos procedimientos penales
¿Que le parecería a Pablete que un Parlamento regional como el catalán votase la pena de muerte? ; Ahhh, pues nada, el voto es sagrado para este nene, aunque un Parlamento regional no tuviese capacidad legal para poner a votación un tema que en último caso correspondería al Parlamento de la Nación, es decir el Congresos e los Diputados.
¡¡¡ Válganos Dios !!!, y este pajarito es Profesor de Ciencia política. Pablete, mira, posiblemente hay algo que no entiendas y es que en democracia se puede votar aquello que se puede votar y otra cosa difícil de entender para cierta izquierda atolondrada y meliflua y es que hay miles de españoles que no estamos dispuestos a seguir PONIENDO EL CULO A LOS NAZIS CATALANES porque queremos ser LIBRES E IGUALES; ¿Te enterarás de una puñetera vez de lo que va la cosa???; si quieres que te porculeen los catalanofascios, allá tu, relajate y que te la endiñen; los demás no estamos dispuestos
Imagen de Libertad Digital
La democracia frívola y la definición de las mayorías en un referéndum de secesión. Arcadi ESpada
Muchos de las preguntas y afirmaciones que se formula Aracadi Espada , las hemos formulado aquí, aunque no tan magistralmente como el.
Los despropósitos de Escocia comienzan en 1997 con el Tony Blair -escocés él- realizando la denominada Devolution por lo que se transfería al Parlamento escoces una serie de competencias ante los planteamientos de los naziuonalistas y que anda tienen que ver con las competencias autonómicas de aquí.
Querido J:
Ya tuvieron su estúpido referéndum autorizado por el peor primer ministro de la Historia de Gran Bretaña, y por uno de los grandes peligros europeos. Ya tuvieron el referéndum que reclamaban los votantes del SNP (Scottish National Party), un 45 por ciento en 2011, y al que el jueves respondió simétricamente un 45 por ciento de síes. Primera contratación: alguien se embarca en el agónico proceso de un referéndum sobre la continuidad de un Estado cuando ni siquiera lo reclama la mayoría de los ciudadanos. La democracia frívola.
Ahora imagina conmigo, incluso, que los resultados hubieran sido a la inversa. ¿Basta un 55 por ciento de los votos de un censo para destruir un Estado? ¿Es un porcentaje razonable? No. Es la democracia frívola.
Y lo es, naturalmente, porque a ese 55 por ciento habría que añadir los millones de británicos que están en contra de la destrucción de su Estado. Nadie se ha ocupado de ellos. Al menos en el eco español del referéndum. El hecho de que Escocia celebrase su referéndum se justificaba campanudamente porque hace 300 años fue un país independiente. El virus historicista en la mesa de todos los días. Es decir, el hecho de que hace 300 años unos escoceses, que eran muchos menos que los de hoy, vivieran en la independencia política tiene mucho más peso y resulta políticamente más decisivo que el hecho de que en los últimos 300 años Escocia haya sido el resultado de la acción conjunta del Reino Unido. Por lo visto, esos tres siglos de acción mancomunada, moral, política, económica y sentimentalmente, da menos derechos políticos que el remoto precedente de una independencia ejercida, por cierto, en unas condiciones democráticas radicalmente distintas a las contemporáneas. Resolviendo: un ciudadano inglés de nuestro tiempo que haya contribuido a la construcción de Escocia tiene menos derechos que un cadáver escocés de trescientos años y un día que, eso sí, fue independiente. La democracia frívola.
La obtención de cualquiera de las nuevas competencias que dicen que va a obtener el autogobierno escocés nada tiene que ver con el referéndum. Podrían haber sido obtenidas sin él. Es más: va a ser difícil discutirle a un primer ministro inglés su legitimidad para negarse a conceder nuevas competencias. ¡Al fin y al cabo se estaría negando en nombre de una amplia mayoría de votos negativos! ¿O es que alguien con estudios será capaz de sostener, como ya han empezado a hacerlo nuestros inverosímiles e irruborizables federalistas, que en Escocia ha triunfado la tercera vía? Solo la democracia frívola.
En nuestro tiempo interconectado, de soberanías múltiples, un referéndum de autodeterminación, cualquiera, es una estafa a los ciudadanos. Gentes cargadas de la mejor voluntad, y víctimas, claro está, de la insolencia política de Artur Mas, han alabado la pregunta escocesa por concreta, firme, transparente. Pero es un espejismo. ¿Quiere usted que Escocia sea un Estado independiente? es una pregunta ininteligible. Nadie sabe lo que eso significa. Nadie puede contestar con conocimiento de causa. ¿Cómo puede contestarse esta pregunta sin saber si Escocia tendrá libra o euro, si estará en Europa o no, y si hasta tendrá su reina? Una pregunta que abre un proceso de tal magnitud indecisa no puede contener al tiempo un cierre categórico que imponga la destrucción de un Estado. Un referéndum no puede hacer preguntas incontestables. Solo en la democracia frívola.
La razón se ha impuesto en Escocia, y con mayor ventaja de lo esperado. Aún así, un 45 por ciento, un millón seiscientos diecisiete mil novecientos ochenta y nueve votantes han dado apoyo a la propuesta de la independencia. No es una cifra menor. Y no lo es si se considera que han dado su apoyo a una fábula maligna. Ni la libertad ni el bienestar ni siquiera lo que llaman la identidad de los escoceses estaban amenazadas lo más mínimo. Las amenazas han comenzado, precisamente, al conocerse los planes secesionistas y su habitual propuesta amagada de sacrificar la vida de una o dos generaciones para lograr escribir el final de la fábula. Pero el referéndum, por el solo hecho de hacerse, ha dado crédito veraz a la fábula; respetabilidad, posibilidad política. El referéndum ha fijado en el imaginario escocés una idea maligna. Como lo hizo en el Quebec hace unos años y por dos ridículas veces. La democracia frívola.
La democracia no puede atender a las xenofobias. La democracia es la celebración, y hasta la euforización del otro. La xenofobia es su negación. La democracia frívola es la que celebraría un referéndum sobre la pena de muerte después de una oleada de crímenes pederastas. La democracia frívola es la que acepta que después de las frenéticas orgías sentimentales, mientras todos los ciudadanos televisivos aún rezuman himnos, banderas y bravehearts, coloca una urna y les pregunta si no quieren un futuro basado en los buenos viejos tiempos. Un maravilloso gobierno de la melancolía.
La democracia frívola es la que acepta que en política exista lo inefable. Esos sentimientos previos e indiferentes a toda legalidad.
La política es un asunto inmenso. La clave de la vida social. En algún momento del siglo XX se ideó la utopía de su desaparición. La política como una transparencia, como un oxígeno del que no cupiera preocuparse. Técnicos dirigiendo el mecanismo. Una reconversión gigantesca. Pero se trataba, y se trata, de una utopía descerebrada. Cada día al levantarse los hombres descubren algo nuevo sobre sí y sobre su medio. Más tarde o más temprano habrá que legislar sobre ello y para hacerlo se abrirán debates intensos y nobles. El referéndum de Escocia es, por el contrario, la negación de la política como legislación de lo real. El último ejemplo de la política como invención y como artefacto y no como el iluminador paciente y humilde de los conflictos humanos. El referéndum escocés es un ejemplo de frivolidad insoportable cuando se piensa en Palestina, en Siria, en la isla de Cuba. Una bobada pequeño burguesa de esas que una vez en el siglo traen consecuencias funestas. Dijo Gordon Brown, el único que merece respeto en todo esto: «El país que había sido un modelo para el mundo se ha hecho más pequeño, y no más grande, a los ojos del mundo.»
La democracia frívola es que dimita Salmond y ahí quede Cameron, el estólido.
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Los despropósitos de Escocia comienzan en 1997 con el Tony Blair -escocés él- realizando la denominada Devolution por lo que se transfería al Parlamento escoces una serie de competencias ante los planteamientos de los naziuonalistas y que anda tienen que ver con las competencias autonómicas de aquí.
Querido J:
Ya tuvieron su estúpido referéndum autorizado por el peor primer ministro de la Historia de Gran Bretaña, y por uno de los grandes peligros europeos. Ya tuvieron el referéndum que reclamaban los votantes del SNP (Scottish National Party), un 45 por ciento en 2011, y al que el jueves respondió simétricamente un 45 por ciento de síes. Primera contratación: alguien se embarca en el agónico proceso de un referéndum sobre la continuidad de un Estado cuando ni siquiera lo reclama la mayoría de los ciudadanos. La democracia frívola.
Ahora imagina conmigo, incluso, que los resultados hubieran sido a la inversa. ¿Basta un 55 por ciento de los votos de un censo para destruir un Estado? ¿Es un porcentaje razonable? No. Es la democracia frívola.
Y lo es, naturalmente, porque a ese 55 por ciento habría que añadir los millones de británicos que están en contra de la destrucción de su Estado. Nadie se ha ocupado de ellos. Al menos en el eco español del referéndum. El hecho de que Escocia celebrase su referéndum se justificaba campanudamente porque hace 300 años fue un país independiente. El virus historicista en la mesa de todos los días. Es decir, el hecho de que hace 300 años unos escoceses, que eran muchos menos que los de hoy, vivieran en la independencia política tiene mucho más peso y resulta políticamente más decisivo que el hecho de que en los últimos 300 años Escocia haya sido el resultado de la acción conjunta del Reino Unido. Por lo visto, esos tres siglos de acción mancomunada, moral, política, económica y sentimentalmente, da menos derechos políticos que el remoto precedente de una independencia ejercida, por cierto, en unas condiciones democráticas radicalmente distintas a las contemporáneas. Resolviendo: un ciudadano inglés de nuestro tiempo que haya contribuido a la construcción de Escocia tiene menos derechos que un cadáver escocés de trescientos años y un día que, eso sí, fue independiente. La democracia frívola.
La obtención de cualquiera de las nuevas competencias que dicen que va a obtener el autogobierno escocés nada tiene que ver con el referéndum. Podrían haber sido obtenidas sin él. Es más: va a ser difícil discutirle a un primer ministro inglés su legitimidad para negarse a conceder nuevas competencias. ¡Al fin y al cabo se estaría negando en nombre de una amplia mayoría de votos negativos! ¿O es que alguien con estudios será capaz de sostener, como ya han empezado a hacerlo nuestros inverosímiles e irruborizables federalistas, que en Escocia ha triunfado la tercera vía? Solo la democracia frívola.
En nuestro tiempo interconectado, de soberanías múltiples, un referéndum de autodeterminación, cualquiera, es una estafa a los ciudadanos. Gentes cargadas de la mejor voluntad, y víctimas, claro está, de la insolencia política de Artur Mas, han alabado la pregunta escocesa por concreta, firme, transparente. Pero es un espejismo. ¿Quiere usted que Escocia sea un Estado independiente? es una pregunta ininteligible. Nadie sabe lo que eso significa. Nadie puede contestar con conocimiento de causa. ¿Cómo puede contestarse esta pregunta sin saber si Escocia tendrá libra o euro, si estará en Europa o no, y si hasta tendrá su reina? Una pregunta que abre un proceso de tal magnitud indecisa no puede contener al tiempo un cierre categórico que imponga la destrucción de un Estado. Un referéndum no puede hacer preguntas incontestables. Solo en la democracia frívola.
La razón se ha impuesto en Escocia, y con mayor ventaja de lo esperado. Aún así, un 45 por ciento, un millón seiscientos diecisiete mil novecientos ochenta y nueve votantes han dado apoyo a la propuesta de la independencia. No es una cifra menor. Y no lo es si se considera que han dado su apoyo a una fábula maligna. Ni la libertad ni el bienestar ni siquiera lo que llaman la identidad de los escoceses estaban amenazadas lo más mínimo. Las amenazas han comenzado, precisamente, al conocerse los planes secesionistas y su habitual propuesta amagada de sacrificar la vida de una o dos generaciones para lograr escribir el final de la fábula. Pero el referéndum, por el solo hecho de hacerse, ha dado crédito veraz a la fábula; respetabilidad, posibilidad política. El referéndum ha fijado en el imaginario escocés una idea maligna. Como lo hizo en el Quebec hace unos años y por dos ridículas veces. La democracia frívola.
La democracia no puede atender a las xenofobias. La democracia es la celebración, y hasta la euforización del otro. La xenofobia es su negación. La democracia frívola es la que celebraría un referéndum sobre la pena de muerte después de una oleada de crímenes pederastas. La democracia frívola es la que acepta que después de las frenéticas orgías sentimentales, mientras todos los ciudadanos televisivos aún rezuman himnos, banderas y bravehearts, coloca una urna y les pregunta si no quieren un futuro basado en los buenos viejos tiempos. Un maravilloso gobierno de la melancolía.
La democracia frívola es la que acepta que en política exista lo inefable. Esos sentimientos previos e indiferentes a toda legalidad.
La política es un asunto inmenso. La clave de la vida social. En algún momento del siglo XX se ideó la utopía de su desaparición. La política como una transparencia, como un oxígeno del que no cupiera preocuparse. Técnicos dirigiendo el mecanismo. Una reconversión gigantesca. Pero se trataba, y se trata, de una utopía descerebrada. Cada día al levantarse los hombres descubren algo nuevo sobre sí y sobre su medio. Más tarde o más temprano habrá que legislar sobre ello y para hacerlo se abrirán debates intensos y nobles. El referéndum de Escocia es, por el contrario, la negación de la política como legislación de lo real. El último ejemplo de la política como invención y como artefacto y no como el iluminador paciente y humilde de los conflictos humanos. El referéndum escocés es un ejemplo de frivolidad insoportable cuando se piensa en Palestina, en Siria, en la isla de Cuba. Una bobada pequeño burguesa de esas que una vez en el siglo traen consecuencias funestas. Dijo Gordon Brown, el único que merece respeto en todo esto: «El país que había sido un modelo para el mundo se ha hecho más pequeño, y no más grande, a los ojos del mundo.»
La democracia frívola es que dimita Salmond y ahí quede Cameron, el estólido.
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Referéndum de Escocia: El triunfo del No y una participación extraordinaria
PARTICIPACIÓN | 84.5 % | |||||
NO A LA INDEPENDENCIA | 55,3 % |
SI A LA INDEPENDENCIA | 44,7 | % |
Este error histórico de Camerón va a traer consecuencias en el Reino Unido ya que el primer error de no aumentar las competencias de Escocia para calmar a Salmond las van a tener que otorgar ahora y en un plazo corto.
Va a tragar Gales e Irlanda del Norte un asimetría sin refundar el Reino Unido en unos estados federales competencias; también en la propia Inglaterra surge el descontento que ya viene de tiempos atrás con la votación por parte de los diputados de Escocia de votar el aumento de las tasas universitarias en UK, cuando ellos estaban exentos de ellas. ¿Van a admitir los ingleses vivir en una situación distinta a la de los escoceses?, la misma pregunta cabe para los de Gales
El enfrentamiento social ya se ha generado en Escocia y el nazionalismo escoces no va a parar, habiendo estando tan cerca del triunfo, al no haber puesto los límites mínimos de mayoría necesaria y darle todo tipo de facilidades, incluido el voto a los 16 años.
Victoria pírrica
Emilio Campmany. Libertad Digital 19.9.2014 Toda Europa, incluidos sus mercados, sus grandes medios de comunicación y, por supuesto, nosotros, los españoles, respira a esta ahora tranquila. Y, sin embargo, no hay mucho de que alegrarse. Para empezar, ganar un referéndum de esta clase por tan estrecho margen significa que los ciudadanos están divididos en algo tan esencial como es la nación a la que quieren pertenecer. Es verdad que el referéndum no se inventa la fractura, pero, haciéndola patente, colocándola en el primer plano, la agrava. En segundo lugar, el referéndum no resuelve nada porque bastará cualquier cambio de circunstancias para que los nacionalistas escoceses reclamen la celebración de uno nuevo en el momento que crean más propicio. Y la existencia del precedente dificultará rechazarlo. Luego, la obvia espada de Damocles de la secesión escocesa lastrará cualquier inversión a largo plazo que nadie quiera hacer en Escocia, pues vivir bajo la incertidumbre de si aquello seguirá siendo Reino Unido y Europa dentro de una generación no es la mejor forma de atraer al dinero.
Respecto a nosotros, pasa algo parecido. La mera celebración del referéndum constituye un éxito de todos los separatistas europeos y, por lo tanto, también de los nuestros. La victoria del no es, en este sentido, irrelevante. Es más, sólo la del sí habría tenido algo de positivo, pues Escocia habría sido el espejo donde mirarse aquellos catalanes que, en su tibieza, se han dejado arrastrar por el nacionalismo creyendo que vivirán mejor cuando dejen de ser españoles y por eso, y no por otra cosa, son hoy independentistas. A ellos, el triunfo del sí y ver a Escocia fuera de la Unión Europea, a sus empresas huir y a sus ciudadanos necesitar el pasaporte para viajar a unos pocos kilómetros de su ciudad podría haberles abierto los ojos. Con esta victoria ajustada del no, lo único que tenemos es un pernicioso precedente. Tan pernicioso que los nacionalistas vascos, que tanto tiempo llevaban callados porque saben que independientes del todo estarían mucho peor que ahora, no han tenido más remedio que asomar la cabeza, saludar y recordar que siguen ahí.
Los catalanes que se sienten españoles, los flamencos que quieran seguir siendo belgas, los corsos que estén encantados de ser franceses, los padanos que se sepan italianos, los bávaros que se vean como alemanes tienen hoy una cuenta pendiente con David Cameron. Se puede ser más british, pero no más torpe. No sólo por permitir un referéndum que no tenía por qué haberse celebrado, sino por haberse negado a votar una mayor autonomía y haber exigido un sí o un no sin matices para luego acabar cediendo tanto o más de lo que se le pidió con tal de rebañar el puñado de votos con los que ganar por los pelos. No digo que no celebremos la victoria del no, pero hagámoslo con un buen scotch y brindando por la memoria de ese gran general que fue Pirro, rey del Epiro.
Un error histórico
Editorial Libertad Digital 19.9.2014
Pese a que finalmente se han cumplido las previsiones y se ha impuesto el no, el referéndum secesionista de Escocia permitido por Cameron ha sido un error histórico tanto para el Reino Unido como para la propia Escocia e incluso para la Unión Europea.
Por un capricho quizá inspirando por previsiones sociológicas claramente cortoplacistas, Cameron ha asumido el riesgo de romper una historia de cientos de años de unión, generando una inestabilidad que ni siquiera el triunfo de los unionistas logrará cerrar: bien sabemos ya en España, por desgracia, que si algo caracteriza al nacionalismo es su insaciabilidad y que mantiene su apuesta hasta que logra imponerse, ya sea de forma democrática o no.
Además, haya triunfado el no hay algo que ya ha ocurrido y que supone una clara victoria del separatismo: la sociedad escocesa se ha partido en dos, y la presión nacionalista ha crecido como no lo habría hecho sin esta convocatoria innecesaria.
Es una lección que quizá hayan aprendido otros países europeos –aunque lo más probable es que no– pero que desgraciadamente llega demasiado tarde para España, donde los separatistas están tratando de sacar tajada... y seguirán a pesar de que el resultado les haya sido desfavorable.
Unos intentos que no se sostienen intelectualmente para cualquiera que se aproxime a la cuestión. En primer lugar, porque la historia de Cataluña y la de Escocia no tienen nada que ver; sin ir más lejos, ésta fue en el pasado un reino independiente y Cataluña no ha sido nunca no ya un reino, sino ni tan siquiera una entidad política única y realmente independiente. En segundo lugar, porque las legislaciones española y británica son completamente diferentes: los británicos no tienen una Constitución escrita y el referéndum puede ser un gran error, que lo es, pero no es un atropello de la legalidad vigente, como sí lo sería el que plantean Mas y los suyos. Y, por último, porque incluso después del referéndum y de la marea nacionalista que ha generado, a pesar del triunfo del no probablemente Escocia ampliará su capacidad de gestión política autónoma… y sólo entonces se acercará al nivel de autogobierno que ya disfrutan –o sufren– los catalanes. En suma, Cameron se ha equivocado gravemente. Imitarlo no sería un estúpido error sino algo mucho peor.
jueves, 18 de septiembre de 2014
Los errores escoceses
Los errores escoceses
Felipe Sahagún
El Mundo 18/09/2014
En vísperas de su viaje a Madrid para asistir a la cumbre de la OTAN de 1997, el entonces presidente Vaclav Havel me recibió en su despacho del Castillo de Praga. Al final de la conversación le pregunté cómo se sentía sobre la separación pacífica y pactada de la República Checa y Eslovaquia tras la retirada soviética de Checoslovaquia. "Fatal", me respondió, "pero no vi otra opción mejor".
..............
El primer error de David Cameron al aceptar este referéndum fue no condicionar su validez, como hizo Tony Blair en los acuerdos del Ulster, a una mayoría cualificada sustancial.
El segundo, repetido hasta la saciedad en las últimas semanas, es haber rechazado de partida la tercera opción -más autonomía- propuesta por Salmond, creyendo que el órdago -todo o nada- asustaría a la mayoría de los escoceses.
El tercero, probablemente, fue reducir la edad de votación a los 16 años cuando en la ley electoral general para las legislativas y municipales se fija en los 18.
El cuarto, de mucho más calado que los anteriores, es dar por bueno que cinco millones de escoceses decidan el futuro de 67 millones de británicos y, de confirmarse alguno de los peores escenarios si Escocia se independiza y acelera el alejamiento británico de la Unión Europea, de 500 millones de europeos, pues a todos nos acabaría salpicando.
El cuarto error, que empezarían a pagarlo los escoceses mañana mismo si gana el 'sí', es creer en el eslogan de que "con independencia se vive mejor".
El resto del Reino Unido (UK), Britania, la Gran Inglaterra, la Pequeña Bretaña o como diablos se decidiera bautizar lo que quedase del país nacido del pacto de 1.707 reclamaría sus derechos a buena parte del petróleo del Mar del Norte y a las armas nucleares en bases escocesas, exigiría un reparto de la deuda, se desentendería de las cargas sociales que pudiese y utilizaría la libra como arma (de creación o de destrucción según fuera la actitud de Edimburgo) arrojadiza.
Sin el mercado británico asegurado, muchos inversores y empresas de servicios revisarían sus planes y, salvo que Londres actuase con una generosidad ejemplar -raras veces vista en rupturas de naciones-, la economía escocesa pasaría por duras pruebas, con fuertes presiones inflacionistas y pérdidas de ingresos.
Como en cualquier divorcio, aunque resulten inevitables, a corto plazo todos pierden -en política exterior y en política interior-; pero, como en la granja de los animales de Orwell, unos (los escoceses por ser más débiles) sufrirían más que otros.
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Imagen de El Mundo
miércoles, 17 de septiembre de 2014
Escocia, en pocas horas comenzará el refréndum legal de independencia: Los oscurantismos de los nazionalistas y las tontadas de los partidos políticos del UK
En pocas horas se abrirán los colegios electorales en Escocia para el referéndum de secesión.
Las dos opciones están porcentualmente bastante cerca pudiendo triunfar cualquiera de ellas.
Los nazionalistas escoceses no han hablado claro de las consecuencias económicas de su independencia del Reino Unido y cuanto menos de como queda la situación de la pertenencia a la UE. el impresentable Salmond ha dicho que España no pinta nada en lo de Escocia; obviamente en el referéndum nada tiene que decir u opinar, pero tendrá que contar con el voto de España para la reincorporación a la UE y algo habrá de decir Francia e Italia sobre ese tema.
La salida de Salmond:
Si impresentable es Salmond, tan impresentables son los lideres de los partidos ingleses anunciando en víspera de la votación que si bana el NO transferir mas competencias a Escocia.
Imagen de El Mundo
Las dos opciones están porcentualmente bastante cerca pudiendo triunfar cualquiera de ellas.
Los nazionalistas escoceses no han hablado claro de las consecuencias económicas de su independencia del Reino Unido y cuanto menos de como queda la situación de la pertenencia a la UE. el impresentable Salmond ha dicho que España no pinta nada en lo de Escocia; obviamente en el referéndum nada tiene que decir u opinar, pero tendrá que contar con el voto de España para la reincorporación a la UE y algo habrá de decir Francia e Italia sobre ese tema.
La salida de Salmond:
- "Cualquiera que crea que un país con el 1% de la población de la UE pero con un 20% de la pesca, un 25% de la energía renovable y un 60% de las reservas de petróleo no va a ser bienvenido en la Unión Europea... no entiende el proceso por el cual Europa acepta resultados democráticos y, en segundo lugar, que Escocia tiene una gran cantidad de atractivo para el resto del continente europeo",
Si impresentable es Salmond, tan impresentables son los lideres de los partidos ingleses anunciando en víspera de la votación que si bana el NO transferir mas competencias a Escocia.
Imagen de El Mundo
domingo, 14 de septiembre de 2014
Sobre lo que los catalanofascios ocultan sobre una consulta ilegal y se quedan con el culo al aire con sus chorradas ante una tia que sabe de lo que va la cosa: Sonia Sierra
Estos nazis que desgraciadamente en España les hemos dado patente de demócratas y encima daban lecciones de democracia no tiene ni media pulgada de aguante cuando se encuentran en un medio neutral. Sonia Sierra pone al lisitillo -que es diputado- a caldo ya que se trata de un pobre ignorante que solo obedece a consignas y desconoce al amteria de la que está hablando. "No lo sé". Plas, plas, plas
Porque UPyD va aperder votos en vez de ganarlos como piensan algunos. La profecía de 2014
Sosa Wagner propuso en su día un acercamiento a Ciudadanos para potenciar una posible opción electoral conjunta. Esta era una opinión y en lugar de discutirla le saltaron a la yugular y en una reunión tumultuosa fue vejado el profesor, con lo cual acabó con el adios de Sosa.
Creemos que esto será un punto de inflexión en el futuro, como lo cree el articulsita
Por qué no votaremos a UPyD
Arias Vega Periodista y economista, 29 de agosto de 2014 en la Voz Libre
Poco después de las últimas elecciones generales, coincidimos en una comida cuatro profesionales de los medios de comunicación. Resulta que los tres que habíamos votado lo hicimos por el partido de Rosa Díez, totalmente al margen de nuestras ideologías previas: dos de nosotros, incluso, habíamos militado en el PC durante el franquismo.
La razón de nuestro voto, entonces, fue el hartazgo de los partidos tradicionales y la esperanza compartida por más de un millón de españoles de que UPyD fuera una alternativa regeneradora de la vida política. Ahora, en cambio, dudo que volviéramos a votarla.
¿Por qué? Pues porque en los últimos tiempos la dirección del partido magenta ha evidenciado los mismos defectos partiditas que critica a sus adversarios. ¿A qué se debe, nos preguntamos muchos electores, ese antagonismo de Rosa Díez hacia el partido de Ciudadanos, cuando ambos preconizan unos remedios similares para España?
Todas las encuestas anticipan un crecimiento electoral de ambas formaciones y que si éstas se presentasen unidas a los próximos comicios autonómicos obtendrían diputados en casi todas las Comunidades y en algunas se convertirían en la tercera fuerza política, pudiendo formar Gobierno con el PP o el PSOE, evitándonos así contradictorias y peligrosas coaliciones basadas en el rencor en vez del regeneracionismo.
Pues bien: la negativa de UPyD a considerar su unión con el movimiento ciudadano de Albert Rivera testimonia que antepone los intereses de sus dirigentes a los de la ciudadanía. Sus líderes prefieren tener menos poder, pero en exclusiva para ellos, a que éste se diluya en una coalición a la que no pudiesen controlar con puño de hierro, como vienen haciendo hasta ahora con sus menguados militantes. Esa es la reflexión, y no otra que deben hacer los miembros del Consejo Político el próximo día 6. Si no optan por el camino del sacrificio personal frente al interés general de los españoles, puede que, en vez del aumento de votos vaticinado por las encuestas, el partido comience un declinar inexorable.
Susanita, la mandamás de La Partida en la sombra, también debería ser candidata a lo del tonto/a solemne.
Dice Susanita desde Sevilla que Rajoy ante el desafío catalán ha de: "convencer y no vencer al adversario" y añade: "Necesitamos gente que levante puentes, no que descosan más este país".
Esta pobre -políticamente hablando- es una ignorante de tomo y lomo, no solo lo denotan sus apreciaciones actuales, sino su última estancia en Cataluña en donde alabó el modelo de convivencia e integración de los andaluces en Cataluña.
A Susanita habría que explicarle lo que el señor Pujol, devenido en "honorable" Presidente de la Genralidad pensaba de sus paisanos; nosotros preguntábamos a Sebastían Urdina que decía que los catanonazis no eran nazis :
¿que ideología tiene el hombre que escribió las frases de mas abajo sobre los andaluces?
- "El hombre andaluz no es un hombre coherente, es un hombre
anárquico. Es un hombre destruido, es, generalmente, un hombre poco
hecho, un hombre que vive en un estado de ignorancia y de miseria
cultural, mental y espiritual. Es un hombre desarraigado, incapaz de
tener un sentido un poco amplio de comunidad. De entrada constituye la
muestra de menor valor social y espiritual de España. Ya lo he dicho
antes: es un hombre destruido y anárquico. Si por la fuerza del número
llegase a dominar, sin haber superado su propia perplejidad, destruiría
Cataluña."
Le explicaremos a Susanita que los andaluces fueron tratados a patadas política y socialmente y que los dos partidos que por la naturaleza de las cosas tenían que defenderlos y apoyarlos siendo lacayos del nazionalismo poco hicieron por ellos; mas bine todo l,o contrario, ambas foramciones llevaban calada barretina y al servicio del nazionalismo; hablamos de PSC (PSOE) y del comunisterío (PSUC), los herederos de aquellos que se dedicaron a a descerrejar tiros a los del POUM.
A Susanita le hacemos la misma pregunta que a Urdina:
¿Como llamaremos al tio Arturito que está planteando una confrontación contra España y una insurrección contra todo principio legal?, ¿ acaso le llamaremos demócrata?; la única diferencia entre este país de pandereta y una país normal es que el ciudadano Mas estaría en la cárcel o en un manicomio
Desde luego no habría en USA un político al frente de un Estado que actuase de valedor del felón a la hora de tratar de aplicar una secesión a la brava e ilegal.
Mire Vd Susanita, recomiendan que va muy bien en la vida no hablar de lo que no se sabe ya que ademas en boca cerrada no entran moscas.
Finalmente, parte de las ansias expansionistas nazis del catalanismo se le deben al Partido de Susanita que con la disculpa de que el balear y el valenciano son lenguas catalanas han permitido la penetración del catalanismo en esas comunidades autonómas y aplicar el catalán normalizado de Barcelona para aniquilar a largo plazo las lengus propais de esas CCAA.
La imagen es una captura de un vídeo de Antena 3
sábado, 13 de septiembre de 2014
De apología nazi, tontadas u otras gilipolleces de personas que se suponen maduras y algunas dicen que inleligentes
¿Adivina cuáles son? Son espeluznantes. Sus protagonistas son los que dirigen el "prusés". Si está harto del nacionalismo, vea el vídeo y sabrá por qué. Disfrútelo y compártalo con sus amigos. www.dolcaCatalunya.com
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Catalanismo y necedades,
Catalnofascios,
nazis catalanes
Si algunos tontos entrenasen, seria dificil que se superasen. Tambien los tenemos en el extrajero: David Cameron
David Cameron, es uno de esos individuos que no son mas gilís porque no entrenan todos los días; sino se superarían asi mismo en la tontez del dia anterior.
El individuo nos sale ahora que si gana el No, se le darán mas traspasos de competencias a Escocia; igualito que aquí en donde hay tontos supremos -el lider del PSOE- que piensan que bajando el culotte ante los nacionalistas estos se quedarán satisfechos y se les curara incluso el expansionsimo nazi sobre Aragón Baleares y Valencia.
Como decía el otro: "Vaya, vaya, aquí no hay playa !!!!!!!!!!!"
viernes, 12 de septiembre de 2014
11 de septiembre: Libres e Iguales en el Ateneo de Madrid. Brillante discurso de la portavoz Consuelo Alvarez de Toledo. Por la Paz Civil, si me importa
"Por la paz civil, si me importa". Libres e Iguales en el Ateneo de Madrid. 11 de septiembre de 20014.
-
A esta hora en las calles de Barcelona,
miles de personas están conmemorando una guerra civil.
Es u raro ejercicio: Su intención no es que el recuerdo
sirva a la razón y a la convivencia.
Su intención es que la herida permanezca
Un discurso bien construido, profundamente documentado y girando sobre el estribillo: "A está hora miles de personas miles de personas conmemoran en Barcelona una guerra civil".
Se conmemora la muerte de 20.000 personas como resultado de esa confrontación y donde murieron españoles de un lado o del otro.
De la discusión en foros:
ALP
A Carles Al Asad.
Esta rubia, como usted dice lejos de tener maldad posee un doctorado en historia por la Universidad de Oxford. Y los conocimientos adquiridos, científicos, los aplica con rigor -científico. No como los historiadores que están en nómina en la Generalitat, que son unos paniaguados, y faltos de toda vergüenza profesional. Que desvirtúan la historia en aras de crear un ideario nacionalista y totalitario, donde sólo tienen cabida los que comulgan con ese ideario, confeccionado a base de consignas históricas falsas, y de "lavados de cerebros" en las escuelas a los niños. Porque no es de recibo que no se les permita hablar en su lengua vehicular, el español. Y todo, con el objetivo de alcanzar la unidad nacional catalana, con una sola lengua. Eso es totalitarismo, eso es fascismo.
JSD
El mejor discurso que he escuchado. Los fanáticos enfermos de odio no lo pueden apreciar porque están mutilados en su capacidades intelectuales. Maravilloso y emocionante.
martes, 9 de septiembre de 2014
Homenaje a José Gabeiras luchador desde su retiro contra la cacicada de una regasificadora en plena ría de El Ferrol
En Homenaje a José Gabeiras [Teniente General de Artillería. ExJefe del Estado Mayor del Ejercito], militar franquista, integrado en al democracia y que en los últimos años de su vida en lucha con los vecinos contra una cacicada en la ria del Ferrol a proposito de una planta de regasificación que se empeñó la Xunta y la empresa en meterla dentro de la ría. Como nos dice Wikipedia a cerca des compromiso con el pueblo del Teniente General:
Los últimos años de su vida, los pasó en su casa de Cervás, en la comarca de Ferrolterra, luchando por hacer oír la voz de los vecinos afectados por la ubicación de una controvertida planta regasificadora en la ría de Ferrol (REGANOSA) y lo hizo desde la presidencia de honor de una plataforma vecinal.
Decía nuestro militar comprometido en la defensa de lso ciudadanos y del ejercito:
Nosotros repostemos el artículo posteado en 2002.
GRAVE PELIGRO EN LA RIA DE EL FERROL
(Este es nuestro llamamiento de socorro para la difusión del escrito del Sr. Gabeiras)
Fotografía Ayuntamiento de El Ferrol
.
Muros de silencio
José GABEIRAS
La Razón 14 de enero de 2002
Desde hace más de un año se cierne sobre la comarca de Ferrol y las instalaciones de su Base Naval una grave amenaza. Se trato de la pretensión de la empresa Regasificadora del Noroeste, S.A., conocida como Reganosa, y de la Xunta de Galicia, que participo en el 10 por ciento de su capital, de instalar una planta de regasificación de gas natural licuado (GNL) en el lugar llamado Punto Promontoiro, en el interior de la angosta Ría de Ferrol, a 1.200 metros de los Arsenales y a 1.600 del centro urbano de Ferrol.
Sobre este proyecto existen muros de silencio informativo y administrativo que mantienen a la población de la comarca totalmente desinformada.
Este verano, recién llegado a mi tierra, hablé de este asunto con infinidad de amigos y conocidos; todos sin excepción opuestos a lo que pretende Reganosa, pero resignados a lo peor ante el apoyo de la Xunta.
A mediados de junio, cierta prensa de Galicia publicó manifestaciones de un gerifalte, no sé si de la Xunta o de la empresa, que decía que Reganosa se instalará en Punto Promontoiro «pese a quien pese». Aquella frase me sublevó de tal forma, que cogí el teléfono y le pedí audiencia al alcalde de Ferrol. En una conversación de una hora le expuse, en algún momento indignado, mis razones en contra de tal proyecto y mi preocupación ante la falta de opinión de políticos, intelectuales y sobre todo de los alcaldes de la Ría.
Don Xaime Bello, alcalde de Ferrol, me escuchó con paciencia suma y, a continuación, me explicó todo lo que habían hecho e intentado, describiéndome en detalle el silencio informativo y administrativo con el que tropezaban.
Como muestra del silencio informativo basta con decir que celebradas dos ruedas de prensa en el Ayuntamiento ferrolano, en la primera sólo la televisión local dio una pequeña cita de lo tratado.
En la segunda, después de pedir a los profesionales que se identificaran, me dirigí al representante de la televisión local, pidiéndole, por favor, que, en mi nombre, hiciera la siguiente pregunta a los Presidentes de la Xunta de Galicia, Endesa y Fenosa, todos ellos, con el empresario Tojeiro, partícipes en Reganosa; ¿por qué no quieren instalar en Caneliñas, en el exterior de la Ría la planta de regasificación?, ya que, si solamente les interesa el gas que Ferrol y Galicia necesitan para su desarrollo, lo tendrían igualmente desde Caneliñas sin amenazar la seguridad de la población de la comarca y a la Base Naval más importante de España. De esta simple pregunta rogaba contestación.
Esta es la fecha en que no recibí contestación, pero sí obtuve acuse de recibo cuando, terminada la rueda de prensa, regresé a mi casa. No llevaba en ella diez minutos cuando recibí la llamada telefónica de don Jaime Pita, conselleiro de la Presidencia de la Xunta de Galicia, quien, a modo de introito, puso por delante los lazos familiares que nos unen, como primo carnal del que fue marido de una de mis hermanas.
Terminado el saludo preliminar, se permitió preguntarme ¬dando prueba de «suma delicadeza»¬ de «si yo era consciente del terreno que pisaba y a quién estaba haciendo frente». Ante tal intemperancia le dejé seguir hablando durante varios minutos, extendiéndose sobre si «sabia qué clase de gente me rodeaba, gente de ideas radicales que siempre se opuso a todo lo que significaba progreso», etcétera.
Cuando terminó, sin hacerle ver su desconsideración hacia mi persona sobre todo al pueblo de Ferrolterra, le dije que a mis 85 años sabía el terreno que pisaba tan bien como el que había pisado el año 1981. Que, para mí, tal gente, que él desprecia, representa al 65 por ciento de una población de más de 180.000 habitantes y que me bastaba con que opinasen en esta materia igual que yo.
Continué diciéndole que mi opinión sobre la improcedencia de la ubicación de la planta de regasificación era derivada de mis conocimientos como artillero, de mis estudios de físico-química en la Universidad de Santiago y de cierta experiencia en problemas de Defensa Nacional. Naturalmente no le dije que él seguramente estaba pez en todo esto.
Terminada mi exposición le repetí la pregunta formulada a la televisión local a la que sigo esperando respuesta.
Pero todavía hay un silencio que me preocupa más y es el de las autoridades de Defensa, que fueron informadas el 5 de mayo de este año aparte de mi conversación con el Ajema durante más de una hora.
Como demostración del camino insidioso seguido en este asunto, al que el Ministerio de Defensa debe oponerse so pena de hacer dejación de sus deberes más básicos, basta con recordar que por Orden 3238 de 2 de febrero de 2000, es decir de hace poco más de un año, se modificaba y publicaba en el BOE el Plan de Utilización de los Espacios Portuarios de la Pica de Ferrol aprobado en 1996, a instancia de una empresa propiedad del Sr. Tojeiro que alegó la necesidad de disponer de más superficie portuario en Punto Promontoiro para la explotación de sus negocios madereros y solicitó la afectación de nuevos espacios de dominio público a usos portuarios con la intención de que le fuesen posteriormente concedidos. Este nuevo Plan se justifica con extensión en el BOE de 18 de febrero de 2000, y cuenta con informe favorable de Defensa.
Sin embargo, en todo la exposición nada se dice de que su destino vaya a ser la instalación de una planta de regasificación de GNL, sino sólo las necesidades crecientes de Forestal del Atlántico, S.A. la empresa que el Sr. Tojeiro tiene ya instalado en Punta Promontoiro.
Ahora, al cao de poco más de un año, se pone en evidencia que Defensa fue sorprendida por un informe falso, ya que Forestal del Atlántico, S.A. no necesitaba el nuevo Plan de Utilización para sí, sino que ya tenían previsto que en las nuevas superficies de dominio público solicitados se instalase Reganosa y la Planta de regasificación.
La instalación de Reganosa en Punto Promontoiro no cumple ni podrá cumplir ni una sola de los normas europeas y españolas vigentes en materia de seguridad. Los depósitos de combustible ya instalados por Forestal del Atlántico, S.A., colindando con los terrenos en los que está previsto instalar la planta de regasificación, son de por sí más que suficientes para que allí no se instale Reganosa por la suma peligrosidad que presenta el efecto dominó que podría provocarse en caso de accidente.
Pero, ateniéndome al silencio que más me duele, citaré solamente la Ley 8/1975 y el Reglamento de 10 de febrero de 1978, que definen y clasifican por orden e importancia las Zonas y Puertos de Interés para la Defensa nacional, fijan sus zonas de seguridad próxima y lejano, prohiben todo clase de instalaciones dentro de las zonas de seguridad próxima y hacen responsable de la vigilancia y cumplimiento de todo ello a las autoridades de las zonas marítimas.
La zona de seguridad lejana del Arsenal de Ferrol abarca todo la Ría; la próxima, la zona comprendida en el radio de una milla contado desde el borde del Arsenal.
Punto Promontoiro está a 1.200 metros del Arsenal; queda solapada, pues, por 600 metros por la zona próxima de seguridad.
¿Cómo puede Defensa continuar en silencio?
Para neutralizar las instalaciones que completan la Base Naval sería necesario, por su extensión, un ataque masivo y prolongado como el que los japoneses hicieron sobre Pearl Harbor. La instalación de Reganosa en Punto Promontoiro convertiría este objetivo en puntual y bastaría un solo impacto de un misil sobre la pretendida planta para neutralizar la Base Naval.
Ya sé que, gracias a Dios, en nuestros días es muy improbable una acción bélica como la citada, pero no debemos olvidar la existencia de un terrorismo, respaldado por mucho dinero que puede preparar comandos capaces de destruir un objetivo como la Planta de que hablamos.
Por si esto fuera poco, existe el riesgo de la entrada de más de 40 grandes metaneros de 150.000 m3 de capacidad de GNL, por el estrecho canal de la Ría de Ferrol, que entre boyas mide 150 metros de ancho y sólo pueden entrar en la Ría en la pleamar diurna, con lo que, aparte del riesgo de accidentes, muy frecuentes en la entrada y en la Ría de Ferrol, una vez dentro de ella, estarían encerrados en una ratonera, ya que en caso de peligro no podrían zarpar y abandonar la Ría hasta la siguiente marea diurna, en contra de la inmediata «rotura de amarras y salida al exterior» que es lo ordenado. De esto tampoco parece darse cuenta la Autoridad Portuaria.
Y, a todas estas, ¿por qué clamo de este modo?, pueden preguntarse. El Reglamento de 1978 se redactó en la Secretaría General de Política de Defensa cuando yo estaba al frente de ella y como tal era secretario de la Junta de Defensa Nacional. Era subsecretario el hoy almirante general en la reserva Liberal Lucini y vicepresidente primero para Asuntos de Defensa el difunto capitán general Gutiérrez Mellado (q.e.p.d). La Real Orden de 1981 se dictó cuando el almirante Arévalo, ya fallecido y yo, formábamos parte de la JUJEM.
Si yo no actuase del modo que lo estoy haciendo me haría cómplice de la sucia maniobra de una empresa apoyada por una política que si no es corrupta dígame qué adjetivo puede calificarlo.
..¡Gracias Sr. Gabeiras, por su valiente denuncia!
Tras el 11 de septiembre de 2001 y tras las razones que valientemente expone el Sr. Gabeiras ¿Quienes son los anormales que pretenden la colocación de esta potencial bomba en plena ría de El Ferrol?
Es que los intereses de Defensa y de los ciudadanos van a estar bajo los de un negociete que puede tener una ubicación ligeramente más distante sin crear la problemática
Como siempre, ante unos chanchulletes con los políticos por medio, la ley del silencio. ¿No decíamos que la descentralización iba a servir mejor al ciudadano?; cada día vamos comprendiendo que para ciertos tipos de decisiónes sobre "negocietes": más aldea, más caciquismo, mas opresión, más silencio y más indefensión del ciudadano, pero no solo en Galicia.
Los últimos años de su vida, los pasó en su casa de Cervás, en la comarca de Ferrolterra, luchando por hacer oír la voz de los vecinos afectados por la ubicación de una controvertida planta regasificadora en la ría de Ferrol (REGANOSA) y lo hizo desde la presidencia de honor de una plataforma vecinal.
Decía nuestro militar comprometido en la defensa de lso ciudadanos y del ejercito:
- Si yo no actuase del modo que lo estoy haciendo me haría cómplice de
la sucia maniobra de una empresa apoyada por una política que si no es
corrupta dígame qué adjetivo puede calificarlo.
Nosotros repostemos el artículo posteado en 2002.
GRAVE PELIGRO EN LA RIA DE EL FERROL
(Este es nuestro llamamiento de socorro para la difusión del escrito del Sr. Gabeiras)
Fotografía Ayuntamiento de El Ferrol
.
Muros de silencio
José GABEIRAS
La Razón 14 de enero de 2002
Desde hace más de un año se cierne sobre la comarca de Ferrol y las instalaciones de su Base Naval una grave amenaza. Se trato de la pretensión de la empresa Regasificadora del Noroeste, S.A., conocida como Reganosa, y de la Xunta de Galicia, que participo en el 10 por ciento de su capital, de instalar una planta de regasificación de gas natural licuado (GNL) en el lugar llamado Punto Promontoiro, en el interior de la angosta Ría de Ferrol, a 1.200 metros de los Arsenales y a 1.600 del centro urbano de Ferrol.
Sobre este proyecto existen muros de silencio informativo y administrativo que mantienen a la población de la comarca totalmente desinformada.
Este verano, recién llegado a mi tierra, hablé de este asunto con infinidad de amigos y conocidos; todos sin excepción opuestos a lo que pretende Reganosa, pero resignados a lo peor ante el apoyo de la Xunta.
A mediados de junio, cierta prensa de Galicia publicó manifestaciones de un gerifalte, no sé si de la Xunta o de la empresa, que decía que Reganosa se instalará en Punto Promontoiro «pese a quien pese». Aquella frase me sublevó de tal forma, que cogí el teléfono y le pedí audiencia al alcalde de Ferrol. En una conversación de una hora le expuse, en algún momento indignado, mis razones en contra de tal proyecto y mi preocupación ante la falta de opinión de políticos, intelectuales y sobre todo de los alcaldes de la Ría.
Don Xaime Bello, alcalde de Ferrol, me escuchó con paciencia suma y, a continuación, me explicó todo lo que habían hecho e intentado, describiéndome en detalle el silencio informativo y administrativo con el que tropezaban.
Como muestra del silencio informativo basta con decir que celebradas dos ruedas de prensa en el Ayuntamiento ferrolano, en la primera sólo la televisión local dio una pequeña cita de lo tratado.
En la segunda, después de pedir a los profesionales que se identificaran, me dirigí al representante de la televisión local, pidiéndole, por favor, que, en mi nombre, hiciera la siguiente pregunta a los Presidentes de la Xunta de Galicia, Endesa y Fenosa, todos ellos, con el empresario Tojeiro, partícipes en Reganosa; ¿por qué no quieren instalar en Caneliñas, en el exterior de la Ría la planta de regasificación?, ya que, si solamente les interesa el gas que Ferrol y Galicia necesitan para su desarrollo, lo tendrían igualmente desde Caneliñas sin amenazar la seguridad de la población de la comarca y a la Base Naval más importante de España. De esta simple pregunta rogaba contestación.
Esta es la fecha en que no recibí contestación, pero sí obtuve acuse de recibo cuando, terminada la rueda de prensa, regresé a mi casa. No llevaba en ella diez minutos cuando recibí la llamada telefónica de don Jaime Pita, conselleiro de la Presidencia de la Xunta de Galicia, quien, a modo de introito, puso por delante los lazos familiares que nos unen, como primo carnal del que fue marido de una de mis hermanas.
Terminado el saludo preliminar, se permitió preguntarme ¬dando prueba de «suma delicadeza»¬ de «si yo era consciente del terreno que pisaba y a quién estaba haciendo frente». Ante tal intemperancia le dejé seguir hablando durante varios minutos, extendiéndose sobre si «sabia qué clase de gente me rodeaba, gente de ideas radicales que siempre se opuso a todo lo que significaba progreso», etcétera.
Cuando terminó, sin hacerle ver su desconsideración hacia mi persona sobre todo al pueblo de Ferrolterra, le dije que a mis 85 años sabía el terreno que pisaba tan bien como el que había pisado el año 1981. Que, para mí, tal gente, que él desprecia, representa al 65 por ciento de una población de más de 180.000 habitantes y que me bastaba con que opinasen en esta materia igual que yo.
Continué diciéndole que mi opinión sobre la improcedencia de la ubicación de la planta de regasificación era derivada de mis conocimientos como artillero, de mis estudios de físico-química en la Universidad de Santiago y de cierta experiencia en problemas de Defensa Nacional. Naturalmente no le dije que él seguramente estaba pez en todo esto.
Terminada mi exposición le repetí la pregunta formulada a la televisión local a la que sigo esperando respuesta.
Pero todavía hay un silencio que me preocupa más y es el de las autoridades de Defensa, que fueron informadas el 5 de mayo de este año aparte de mi conversación con el Ajema durante más de una hora.
Como demostración del camino insidioso seguido en este asunto, al que el Ministerio de Defensa debe oponerse so pena de hacer dejación de sus deberes más básicos, basta con recordar que por Orden 3238 de 2 de febrero de 2000, es decir de hace poco más de un año, se modificaba y publicaba en el BOE el Plan de Utilización de los Espacios Portuarios de la Pica de Ferrol aprobado en 1996, a instancia de una empresa propiedad del Sr. Tojeiro que alegó la necesidad de disponer de más superficie portuario en Punto Promontoiro para la explotación de sus negocios madereros y solicitó la afectación de nuevos espacios de dominio público a usos portuarios con la intención de que le fuesen posteriormente concedidos. Este nuevo Plan se justifica con extensión en el BOE de 18 de febrero de 2000, y cuenta con informe favorable de Defensa.
Sin embargo, en todo la exposición nada se dice de que su destino vaya a ser la instalación de una planta de regasificación de GNL, sino sólo las necesidades crecientes de Forestal del Atlántico, S.A. la empresa que el Sr. Tojeiro tiene ya instalado en Punta Promontoiro.
Ahora, al cao de poco más de un año, se pone en evidencia que Defensa fue sorprendida por un informe falso, ya que Forestal del Atlántico, S.A. no necesitaba el nuevo Plan de Utilización para sí, sino que ya tenían previsto que en las nuevas superficies de dominio público solicitados se instalase Reganosa y la Planta de regasificación.
La instalación de Reganosa en Punto Promontoiro no cumple ni podrá cumplir ni una sola de los normas europeas y españolas vigentes en materia de seguridad. Los depósitos de combustible ya instalados por Forestal del Atlántico, S.A., colindando con los terrenos en los que está previsto instalar la planta de regasificación, son de por sí más que suficientes para que allí no se instale Reganosa por la suma peligrosidad que presenta el efecto dominó que podría provocarse en caso de accidente.
Pero, ateniéndome al silencio que más me duele, citaré solamente la Ley 8/1975 y el Reglamento de 10 de febrero de 1978, que definen y clasifican por orden e importancia las Zonas y Puertos de Interés para la Defensa nacional, fijan sus zonas de seguridad próxima y lejano, prohiben todo clase de instalaciones dentro de las zonas de seguridad próxima y hacen responsable de la vigilancia y cumplimiento de todo ello a las autoridades de las zonas marítimas.
La zona de seguridad lejana del Arsenal de Ferrol abarca todo la Ría; la próxima, la zona comprendida en el radio de una milla contado desde el borde del Arsenal.
Punto Promontoiro está a 1.200 metros del Arsenal; queda solapada, pues, por 600 metros por la zona próxima de seguridad.
¿Cómo puede Defensa continuar en silencio?
Para neutralizar las instalaciones que completan la Base Naval sería necesario, por su extensión, un ataque masivo y prolongado como el que los japoneses hicieron sobre Pearl Harbor. La instalación de Reganosa en Punto Promontoiro convertiría este objetivo en puntual y bastaría un solo impacto de un misil sobre la pretendida planta para neutralizar la Base Naval.
Ya sé que, gracias a Dios, en nuestros días es muy improbable una acción bélica como la citada, pero no debemos olvidar la existencia de un terrorismo, respaldado por mucho dinero que puede preparar comandos capaces de destruir un objetivo como la Planta de que hablamos.
Por si esto fuera poco, existe el riesgo de la entrada de más de 40 grandes metaneros de 150.000 m3 de capacidad de GNL, por el estrecho canal de la Ría de Ferrol, que entre boyas mide 150 metros de ancho y sólo pueden entrar en la Ría en la pleamar diurna, con lo que, aparte del riesgo de accidentes, muy frecuentes en la entrada y en la Ría de Ferrol, una vez dentro de ella, estarían encerrados en una ratonera, ya que en caso de peligro no podrían zarpar y abandonar la Ría hasta la siguiente marea diurna, en contra de la inmediata «rotura de amarras y salida al exterior» que es lo ordenado. De esto tampoco parece darse cuenta la Autoridad Portuaria.
Y, a todas estas, ¿por qué clamo de este modo?, pueden preguntarse. El Reglamento de 1978 se redactó en la Secretaría General de Política de Defensa cuando yo estaba al frente de ella y como tal era secretario de la Junta de Defensa Nacional. Era subsecretario el hoy almirante general en la reserva Liberal Lucini y vicepresidente primero para Asuntos de Defensa el difunto capitán general Gutiérrez Mellado (q.e.p.d). La Real Orden de 1981 se dictó cuando el almirante Arévalo, ya fallecido y yo, formábamos parte de la JUJEM.
Si yo no actuase del modo que lo estoy haciendo me haría cómplice de la sucia maniobra de una empresa apoyada por una política que si no es corrupta dígame qué adjetivo puede calificarlo.
..¡Gracias Sr. Gabeiras, por su valiente denuncia!
Tras el 11 de septiembre de 2001 y tras las razones que valientemente expone el Sr. Gabeiras ¿Quienes son los anormales que pretenden la colocación de esta potencial bomba en plena ría de El Ferrol?
Es que los intereses de Defensa y de los ciudadanos van a estar bajo los de un negociete que puede tener una ubicación ligeramente más distante sin crear la problemática
Como siempre, ante unos chanchulletes con los políticos por medio, la ley del silencio. ¿No decíamos que la descentralización iba a servir mejor al ciudadano?; cada día vamos comprendiendo que para ciertos tipos de decisiónes sobre "negocietes": más aldea, más caciquismo, mas opresión, más silencio y más indefensión del ciudadano, pero no solo en Galicia.
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