viernes, 10 de abril de 2015

Juan Fernando López Aguilar ¿Victima de su propoia medicina?. II. El cuento del aforamiento obligatorio

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De entrada toda la operación de la denuncia contra López Aguilar parece algo turbia ya que al parecer no vivía en el domicilio conyugal desde el 10 de enero a raíz de la primera denuncia de malos tratos por su hijastro y retirada al día siguiente y archivada por el juzgado. Parece que lo de la agresión era un poco difícil de colar ya que el denunciado no estaba en Canarias y lo de la teleagresión parece no existir.
Resulta que todo el número actual se monta a raíz de dos incendios a finales de marzo en donde tiene que echar los bomberos la puerta abajo la ex (actualmente separada) y un atestado de la policía que debería ceñirse a los hechos del incendio, recoge al parecer el cabreo y los chismes de los vecinos sobre quien no está allí presente y nada parece tener que ver con el desdichado incendio y uno no se explica ese curioso protocolo inquisitivo; ahora bien en Canarias ya hemos visto esperpentos policiales en donde un político del PP es detenido -en epócas de la PESOA- con todo lujo de cámaras de TV siendo inocente.
De todas formas curiosos es lo de su projima que acude a Vanity Fayr a contar su particular historieta y dice una particular opinión que aparece desmentida por las informaciones de El Mundo
Quiero que quede muy claro que yo no he denunciado a Juan [López Aguilar] y nunca le voy a denunciar. Ni yo ni nadie de mi familia. No soy nada rencorosa y Juan es, probablemente, la persona que más he querido en mi vida, pero nuestra relación era insostenible.
En el juzgado a raíz de la última denuncia ella niega violencia y habla de malos tratos verbales y su hija y hermana si afirman la existencia de violencia. La juez no construye un expediente solo con rumores, hay algo mas en las declaraciones.

Una mentira de López Aguilar: "el aforamiento obligatorio" y el beneficio y explotación de la condición.
Nadie le obliga a ser aforado como parece decir el exministro y de otra forma ha aprovechado la situación llegando a emitir imágenes de TV desde el set del Congreso de los Diputados. El eurodiputado continua con la paga y de momento no recibe el trato que el correspondería. Que el acta de europarlamentario se puede renunciar, el ejemplo es Sosa Wagner está ahí. 

La incapacidad del privilegiado López Aguilar de pedir perdón a miles de ciudadanos machacados por su perversa Ley que abole la presunción de inocencia del varón y merma los derechos civiles del denunciado. Esta Ley tiene una doble perversión y por eso se utiliza en procesos de divorcio por la mujer y de forma torticera. Suponemos que después de su experiencia debe seguir pensando que las denuncias falsas eran "un coste soportable" de la Ley de Violencia de Género.
1. La abolición de la presunción de inocencia
El individuo denunciado es detenido en cualquier lugar, llevado a comisaria y luego al juzgado y de entrada se dicta una orden de alejamiento.
2. Los efectos civiles de la denuncia penal falsa
Este es un efecto colateral vitales el proceso de divorcio, el que rapta los derechos civiles del denunciado
    "Art. 92.7: No procederá la guarda conjunta cuando cualquiera de los padres esté incurso en un proceso penal iniciado por atentar contra la vida, la integridad física, la libertad, la integridad moral o la libertad e indemnidad sexual del otro cónyuge o de los hijos que convivan con ambos. Tampoco procederá cuando el Juez advierta, de las alegaciones de las partes y las pruebas practicadas, la existencia de indicios fundados de violencia doméstica."
Viendo todo esto, al individuo no le queda un minuto para hacer una reflexión general, fuera de verse su ombligo  e insultar a su mujer de una forma obscena en vez de estar calladito.

Ver el artículo de Federico Jiménez Losantos en Libertad Digital
Nunca una denuncia por maltrato fue más denunciada y maltratada

Escandaloso abuso de poder
Fuman, sí. Pero, mientras tanto, López Aguilar ha usado y abusado de su poder, de las instituciones que pagamos todos y se ha paseado por los medios de comunicación que, por afinidad ideológica, lo han servido. La mayoría –siempre progre- de los periodistas, con la silente aquiescencia de la minoría algo escandalizada ante el maltrato periodístico a la denunciante, ha actuado como lo que es: una pieza sórdida pero absolutamente esencial del poder político. Ha llamado o dejado llamar a la mujer borracha, loca y embustera. Ha dado por indiscutible la palabra de él contra la de ella. En fin, nunca en España una denuncia por malos tratos ha sido tan maltratada. [Continuar leyendo]



Justicia poética para López Aguilar
Daniel Rodríguez Herrera.
Libertad Digital 8.4.2015

Para Elena Valenciano, es una "barbaridad" comparar "la violencia machista que golpea y mata a las mujeres" con el "maltrato" que puedan sufrir "algunos" hombres. Es decir, que hay crímenes de mayor y menor importancia dependiendo del sexo del agresor y de la víctima. Así, es lógico, bueno y normal que las mujeres maltratadas tengan un número de teléfono de atención exclusivo, que no atiende a hombres en la misma situación; también lo es que una denuncia de malos tratos por parte de una mujer conduzca al hombre denunciado directamente al calabozo, antes de que se verifique siquiera si tiene la más mínima credibilidad.
Al ministro de Justicia que dio su bendición a esta barbaridad legal –que sólo un Tribunal Constitucional politizado pudo fallar que no contradecía el artículo 14 de la Constitución, ese que dice que no se puede discriminar por sexo– le han acusado de malos tratos. Es una lástima que López Aguilar esté aforado y, por tanto, no haya sufrido el proceso habitual de ser considerado culpable hasta demostrar lo contrario, que no se le haya exigido esa prueba diabólica contraria al Derecho pero tan del gusto de la nueva Inquisición feminista. Que hubiera pasado por la cárcel sin más prueba que la palabra de su exmujer habría sido, por una vez, justo. Aunque fuera sólo como justicia poética. [Continuar leyendo]

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