viernes, 25 de abril de 2014
Mientras el Gobierno de España del Sr Rajoy permance cobarde, la sociedad civil catalana comienza a plantarse. Dia de San Jorge 2014: Prsentación de Sociedad Civil Catalana
El 23 de abril de 2014 se presentó ante la sociedad la agrupación transversal: Sociedad Civil Catalana, una plataforma ciudadana para plantar cara al independentismo nazi y bolchevique, ambos expansivos sobre otros territorios; empresa en la que llevan gastando millones de euros par ainfraestructuras y pagar a topos que colaboran en esa misión similar a la de las actuaciones de los nazis en Austria.
Quizás s puede pensar que sea tarde para parar a la totalitaria opción de Mas & Cia.
En una sociedad gobernada por nazis en el pasado, como señaló Tarradellas y luego por tontos útiles como los de La Partida que continuaron la acción de los totalitarios en su peculiar socialismo de Barretina.
A veces los movimientos ciudadanos son tardos en reaccionar, pero al final acaban expulsando a las cloacas a los totalitarios, sobre todo cuando se demuestra la incanapcidad de los nazis para gestionar una sociedad plural. ¿Donde están las políticas económicas tan pistonudas?; solo estaban al: "yo me lo quedo y yo me lo llevo". Claro que aquello del 3% de Maragall en el Parlamento de Cataluña: "hemos llegado al meollo de la cuestión: ustedes tienen un problema y este problema se llama tres por ciento", en cualquier pais civilizado hubiese desatado una investigación parlamentaria y se hubiese llevado pro delante a una serie de políticos corruptos; pero nopòrque en Cataluña todos estaban contaminados como se demostró mas adelante en Santa Coloma de Garmanet donde la gente de La Partida catalana estaba conchabada con los nazillos en la cosas de la mamandurrria.
En democracia, cuando el Estado central, incumple a lo largo de los años de controlar a los movimientos totalitarios, sobre todo cuando se les entrega el poder en una mala interpretación democrática y merced a una estúpida Ley Electoral que nadie ha querido modificar para no incomodar a los chicos nazionatas, se ah llegado hasta aquí; se ah llegado más lejos que en Vascongadas en térmoinos de abolir la libertad; en Vascongadas a pesar de lso tiros y de las bombas y DOSCIENTOS MIL EXILIADOS, ha habido ams libertad que en Cataluña.
Una parte de la sociedad comienza a plantarse ante esa locura de la independencia ilegal en las formas que plantea Marx Mas & Cia y un desastre en lo económico ya que supone la salida e la UE y la ruptura además con su mas importante de sus comparadores: el resto de España
Por fin, la Sociedad Civil Catalana
Cristina Losada. Libertad Digital
La aparición de Sociedad Civil Catalana es una gran noticia. Por múltiples razones. La más notoria de ellas es que permite visualizar que existe en Cataluña una sociedad civil que no es nacionalista ni independentista. Porque haberla hayla, siempre la ha habido, pero ha sido poco menos que invisible: uno de los triunfos del nacionalismo es justamente ése. Ha logrado proyectar, y tanto en la propia Cataluña como en el resto de España, la imagen de una sociedad catalana marchando como un pelotón homogéneo y uniforme detrás de la bandera estelada. Ha conseguido, es decir, que cuaje la idea de que allí la aplastante mayoría está a favor del proceso separatista, y que sólo unos cuantos frikis, fachas y gentes de mal vivir se obstinan en dar la nota discordante en la fiesta.
Ese triunfo visual del nacionalismo ha tenido el efecto, nada menor, de tapar su fracaso, un fracaso relativo, desde luego, pero fracaso al cabo: después de tres décadas de pedagogía del odio y descalificación del disidente, el apoyo a la ruptura con España no ha crecido más allá de la mitad del censo. No estamos, y aun tras una época de intensa presión y tensión, ante una relación 80/20 a favor de los partidarios de romper, sino ante un fifty-fifty. Esto no significa que la imagen, la de una sociedad catalana perfectamente alineada con el proceso abierto por Mas, carezca de importancia y consecuencias. En absoluto. Aquella tendencia de opinión que sea percibida como mayoritaria y hegemónica tiene todos los boletos para convertirse, en efecto, en hegemónica y mayoritaria. Así funcionamos: ir contracorriente conlleva costes (no sólo en sentido económico) que sólo está dispuesta a asumir una minoría.
Sociedad Civil Catalana podrá contribuir a cambiar esa falsa percepción, un cambio necesario no sólo en Cataluña, sino también en el resto de España, donde hace tiempo, aunque ahora de manera apabullante, que se ha dado en identificar a Cataluña con los nacionalistas. Por citar un caso habitual en el periodismo, se llama "diputados catalanes" a los diputados de los partidos nacionalistas catalanes, tal y como si los diputados catalanes de otros partidos no fueran también catalanes. Peccata minuta, tal vez, pero sintomático de cómo el nacionalismo ha ido conquistando parcelas con un mínimo esfuerzo. Bastan la dejación, el abandono, el dejarse llevar, para que las ocupen.
Lo del Teatro Victoria, donde se presentó la plataforma, recuerda un tanto al bautizo de Ciudadanos, a la expectación que despertó entonces el surgimiento de un partido inequívocamente contrario al nacionalismo en Cataluña. Pero Sociedad Civil Catalana es un proyecto diferente: es nuestro Better Together. Una plataforma que integra a gentes de variada ideología, o de ninguna, que cuenta con personas del PSC, ausente hasta ahora de estas iniciativas, y que se propone poner racionalidad, sentido y cabeza en un ambiente marcado por la agitación, la demagogia y el sentimentalismo. No va a ser fácil, quién dijo que lo fuera. Pero es la sobriedad indispensable ante tanto y tanto exceso.
La imágenes son de Libertad Digital
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