Ante una nueva agresión del catalansimo desde la Generalidad a España con la manipulación de un cuadro de la exposición en Blanquerna. ¿Que hace el Sr. Fiscal General del Estado?

El grabado del francés Pierre Aveline, en blanco y negro, con título «Barcelona. Villa capital del Principado de Cataluña» ha sido manipulado desde los aledaños de la Generalidad y esta presente en la exposición «1714. Memoria gráfica de una guerra»
para una vez más plantear la España agresora contra la pobre Cataluña, cuando estábamos ante la Cataluña traidora al juramento a Felipe V en 1701. El traidor pacto de Genova lo firma en 1705 la burguesía catalana con Inglaterra en contra de España y su legitimo rey y las agresiones de los ingleses a la ciudad de Barcelona en 1705 ya se había manipulado por la Generalidad en la felcitacion de Navidades del último Diciembre. No sabemos si el señorito Homs cesó a alguien o si el Gobierno de España exigió el correspondiente cese del responsable.
El Sr Fiscal del Estado  o su responsable en Madrid debería haber ya hecho comparecer a la Comisario de la Exposición Mercè Morales para empezar a hablar de este delito de múltiples facetas; entre ellas la confrontación racista. No se trata de una broma aqui, se trata de mas de un delito.
La señora Mercè Morales es doctora en Historia por la Universidad de Barcelona y es miembro de la junta de la Sociedad Catalana de Estudios Históricos, gentes que andan en esa confrontación como la sucedida en la del simposio «España contra Cataluña: una mirada histórica (1714-2014)» de diciembre de 2013 en donde se llego a afirmar que Cataluña estaba sometida a un «genocidio cultural» o se acusó a España de haber cometido manipulaciones históricas en torno a la figura de Cristóbal Colón y su Descubrimiento de América.
Menudo genocidio el de aquel tercer trimestre de 1701 en donde Felipe V solto prebendas con escasos beneficios económicos, como señalaba el noble castellano:

«todo fue confirmar privilegios y añadir otros que alentaban a la insolencia porque los catalanes creen que todo va bien gobernado gozando ellos de muchos fueros», ofreciendo a cambio un «regular donativo, no muy largo»

Las imágenes de la manipulación son claras ya que la bandera de España no aparece en los barcos de la Armada hasta 1785 por decreto de Carlos III; es decir 71 años despues de lo que pretenden demostrar.
Abundando en la manipulación, el grabado de Pierre Aveline está datado en 1692 y en las versiones posteriores coloreadas no aparece la bandera de España en ningún momento.

 
 La Felicitación de Navidad de la Generalidad que pretende conmemorar la "onomástica"  de la toma de Barcelona por las tropas del legitimo rey de España. Claro que ese grabado representa el bombardeo de Barcelona por el fuego amigo de los los ingleses con los que se había firmado el pacto de Genova.
A cerca de la instauración de la bandera de España en los buques de la Armada, lo explica perfectamente documentado un comentarista en en un periódico:

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Con el advenimiento de la Casa de Borbón con Felipe V, se sustituyó el anterior diseño por otro: las armas reales sobre paño blanco. El blanco (propio de la Casa de Borbón), también era el paño utilizado en el siglo XVIII por las distintas ramas de los Borbones que reinaban en Francia, Nápoles, Toscana, Parma o Sicilia, además de España, por lo que Carlos III decidió cambiar el pabellón nacional de España para diferenciarse mejor de estas otras naciones.
Es así como el actual diseño de Bandera Nacional surgió con el Real Decreto de 28 de mayo de 1785 por el que Carlos III resuelve la realización de un concurso convocado para adoptar un nuevo pabellón de la Marina, eligiendo dos diseños: uno para los buques de guerra y otro para los mercantes, de entre las doce propuestas que le presentó Antonio Valdés y Fernández Bazán, en esa época Secretario de Estado y del Despacho Universal de Marina

Para evitar los inconvenientes y perjuicios que ha hecho ver la
experiencia puede ocasionar la Bandera Nacional de que usa Mi Armada Naval y demás Embarcaciones Españolas, equivocándose a largas distancias ó con vientos calmosos con la de otras Naciones, he resuelto que en adelante usen mis Buques de guerra de Bandera dividida a lo largo en tres listas, de las cuales la alta y la baja sean encarnadas y del ancho cada una de la cuarta parte del total, y la de enmedio, amarilla, colocándose en ésta el Escudo de mis Reales Armas, reducido a los dos quarteles de Castilla y León, con la Corona Real encima; y el Gallardete en las mismas tres listas y el Escudo a lo largo, sobre Quadrado amarillo en la parte superior. Y que las demás Embarcaciones usen, sin Escudo, los mismo colores, debiendo ser la lista de enmedio amarilla y del ancho de la tercera parte de la bandera, y cada una de las partes dividida en dos partes iguales encarnada y amarilla alternativamente, todo con arreglo al adjunto diseño. No podrá usarse de otros Pavellones en los Mares del Norte por lo respectivo a Europa hasta el paralelo de Tenerife en el Océano, y en el Mediterráneo desde el primero de año de mil setecientos ochenta y seis; en la América Septentrional desde principio de julio siguiente; y en los demás Mares desde primero del año mil setecientos ochenta y siete. Tendréislo entendido para su cumplimiento.