sábado, 2 de mayo de 2015
La manifa del primero de mayo de Méndez y Toxo: el rículo mas espantoso de los sindicalistos
De aquellos tiempos de las apoteosis de las manifestaciones del Primero de Mayo, hemos pasados a las ultimas en donde ni van los liberados sindicales y casi quedan Relojes y Cruceros Balticos y cuatro allegados para irse a: "¡Ahora a tomar cervezas y a vivir. Salud compañeros y compañeras!". Tras esto, todos han entonado la Internacional.
En todas esta marcha evolutiva de los sindicolistos o de los sindicovagos a mediado toda una oleada de corrupción en donde se lo llevaban crudo en als cajas y no cumplieron su papel de la garantía de los derechos de los demás, ni tampoco dieron explicación alguna de lo que era una banca publica se fue al garete porque tipos como el Martínez de la UGT de Madrid que se llevaba casi 180.000 euros al año y también los de CCOO, ponían el cazo; mientras miraban hacia otro lado en el saqueo de los impositores y al final sobre el dienro que todos hemos tenido que poner para el rescate de esas entidades; esa era SU FUNCIÓN ALLÍ y que incumplieron y en su desvergüenza no ahn tanido a bien ni pedir perdón a la ciudadanía; sindicatos y políticos estaban allí como garantes, ¿sino cual era su función?
En los ERE y en los fondos de formación se lo llevaban crudo.
Lo esperpéntico de estos cara de cemento armado es que en Cataluña hacen piña con el independentismo y frente al resto de España y contra los propios sindicatos, ¿a cuenta de qué?, pues sencillamente a cuenta de la mordida de los de la barretina. Ver nustro post: La basura que llaman sindicatos de clase apoyando -no gratis, sino con mamandurria- el enfrentamiento civil y el de los trabajadores en Cataluña: ¡¡ Manda cullons !!
Ver el artículo de Amando de Miguel 1 de mayo: La paradoja sindical
Libertad Digital 01.05.2015
Ya es ironía que la palabra "sindicato" sea una construcción del griego que significa algo así como "con justicia". Alguna vez pudo ser ese su ideal, pero hoy en España se han convertido en una rémora para el progreso. Son la última herencia del Franquismo, una fuerza rutinaria y en el fondo conservadora. Históricamente los sindicatos surgieron en Europa al compás de la revolución industrial. Pero en España su origen no es fabril sino campesino. Los primeros sindicatos fueron los de jornaleros en el campo andaluz en la segunda mitad del siglo XIX. Su estilo violento y solidario se refleja muy bien en la novela de Blasco Ibáñez, La bodega. Retrata una terrible huelga en los trabajadores de Domecq. A finales del siglo XIX empiezan a surgir sindicatos de obreros industriales y trabajadores de los servicios (linotipistas, telegrafistas, etc.). Son núcleos poco numerosos en Barcelona, Bilbao y Madrid. Durante todo el periodo de la Restauración, los sindicatos se mantuvieron contrarios a los partidos llamados dinásticos y ejercieron su acción de forma revolucionaria. El ejemplo culminante fue la huelga general de 1917. Coincidió con una crisis de los partidos tradicionales y su fórmula del "turnismo". Durante la II República los sindicatos UGT (socialista) y CNT (anarquista) alcanzan su ápice. Se organizaron más como grupos políticos con una fortísima participación. Tuvieron un papel muy destacado en la sublevación de 1934 y en el Frente Popular de 1936. Hubo también un principio de sindicatos católicos, pero no prosperaron. El Franquismo supuso la disolución automática de los partidos políticos y los sindicatos. En su lugar se alzó un difuso Movimiento Nacional con los correspondientes Sindicatos Verticales, al final Organización Sindical. En ambos casos la "verticalidad" significaba la dependencia absoluta del Gobierno. [Continuar leyendo]
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